(Expansión, 07-10-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Guindos alerta de "valoraciones muy elevadas" en los mercados financieros
Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), observa con atención la evolución de los mercados financieros, alzando una ceja ante unas bolsas que se mantienen en niveles máximos pese a un año marcado por la incertidumbre política y comercial. Este comportamiento optimista, desconectado de las tensiones globales, constituye -según el propio De Guindos- una de las mayores amenazas para la estabilidad del sistema financiero. Así lo señaló durante su intervención en la inauguración del XVI Encuentro Financiero EXPANSIÓN-KPMG, en colaboración con American Express y Cunef Universidad. "El nivel de las valoraciones es extremadamente alto", advirtió el vicepresidente del BCE, subrayando que los mercados de renta variable y fija "reflejan un escenario excesivamente favorable, como lo muestran las primas de riesgo, actualmente muy reducidas". De Guindos expresó su preocupación por el hecho de que "los mercados no estén incorporando adecuadamente los riesgos geopolíticos", un factor difícil de cuantificar pero con potencial para provocar grandes movimientos financieros. Según explicó, las valoraciones actuales solo se justifican bajo la hipótesis de un contexto ideal: que la Reserva Federal estadounidense continúe bajando los tipos de interés, que se disipen las tensiones comerciales y que las empresas mantengan buenos resultados económicos. No obstante, si este panorama no se materializa, podrían producirse bruscas y severas correcciones en los precios de los activos, con consecuencias relevantes para la estabilidad financiera. El vicepresidente del BCE señaló que uno de los principales focos de incertidumbre se encuentra en el ámbito comercial. Aunque la Unión Europea y Estados Unidos ya firmaron un acuerdo, aún queda por definir "qué tipo de pacto alcanzarán finalmente Estados Unidos y China". De Guindos recordó que "el análisis de los cambios arancelarios requiere una visión global" y advirtió que un deterioro en la relación comercial entre ambos países podría provocar "desviaciones de importaciones" que afectarían significativamente a Europa. Definió el acuerdo comercial entre Europa y Estados Unidos como "agridulce": si bien ha evitado una guerra comercial, los aranceles han pasado de situarse en torno al 3% a niveles del 13%, un incremento que tendrá consecuencias económicas y que ya ha afectado a la confianza de los consumidores. Además de los riesgos geopolíticos, De Guindos alertó sobre la fragilidad fiscal, especialmente en Estados Unidos, donde el endeudamiento público ronda el 120% del PIB y podría aumentar tras las últimas reformas tributarias. En cuanto a Europa, reconoció que la situación es algo más favorable, aunque persisten desafíos importantes, como el incremento del gasto en Defensa para hacer frente a la amenaza rusa y las dificultades políticas que impiden aprobar presupuestos generales en algunos países, lo que complica la puesta en marcha de un "necesario plan de consolidación fiscal". Por otro lado, De Guindos ofreció una visión más optimista del sector bancario europeo, destacando su solidez y la calidad de su capital, con una ratio de capital de primer nivel cercana al 16%. Subrayó también la notable mejora de la rentabilidad bancaria, que considera un cambio estructural respecto a la década anterior. "La rentabilidad sobre recursos propios (ROE) supera el 12%, frente al 4% previo a la pandemia", indicó, añadiendo que este avance "se refleja en valoraciones que alcanzan sus niveles más altos desde la crisis financiera global". Aun así, instó a las entidades a no relajarse y a mantener la prudencia, vigilando especialmente la evolución del crédito a empresas expuestas al mercado estadounidense, así como el comportamiento de los depósitos y de las operaciones de recompra con el sistema financiero no bancario. Por último, De Guindos insistió en los riesgos derivados de la interconexión entre la banca tradicional y el sistema financiero no bancario -que incluye aseguradoras, fondos de pensiones, fondos de inversión y capital riesgo-. Aunque algunas de estas instituciones están bajo una supervisión estrecha, otras operan con "una vigilancia de naturaleza cualitativamente distinta", lo que, según el vicepresidente del BCE, podría suponer un foco de vulnerabilidad para el sistema financiero.
READ MORE