(Expansión, 03-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Bruselas advierte: las amenazas de Trump pueden hacer descarrilar la negociación
La Unión Europea no está dispuesta a aceptar un aumento adicional en los aranceles que ya soporta y contempla la posibilidad de reactivar su paquete de medidas de represalia. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, negocia bajo una estrategia de presión constante, algo que Bruselas conoce bien y para lo cual ya se ha venido preparando. No obstante, el reciente anuncio de duplicar los aranceles al acero y al aluminio, llevándolos al 50%, ha tensado la situación hasta un punto crítico. Esta semana, Bruselas se ha propuesto encontrar una vía para encauzar el conflicto y mantener abiertas las negociaciones. Desde la Comisión Europea se interpreta que una subida en los aranceles rompería la tregua de 90 días acordada en abril, la cual permitió abrir un espacio para el diálogo y la búsqueda de un acuerdo. "Nos preocupa profundamente el anuncio de EE.UU. de aumentar los aranceles al acero del 25% al 50%. Esta decisión incrementa la incertidumbre en la economía global y eleva los costes tanto para consumidores como para empresas a ambos lados del Atlántico", declaró ayer Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea. Además, advirtió que esta medida "dificulta los esfuerzos actuales por alcanzar una solución negociada". Bruselas insiste en que ha actuado con buena voluntad durante el proceso, suspendiendo sus propias medidas de represalia incluso cuando Trump sólo realizó reducciones parciales en sus aranceles. Sin embargo, un nuevo aumento de los impuestos a las importaciones sería complicado de aceptar, lo que llevaría a la UE a reconsiderar su posición. "Si no se logra un acuerdo aceptable, nuestros contraaranceles se aplicarían a partir del 14 de julio, o incluso antes si las circunstancias lo exigen", afirmó Gill, quien añadió que la respuesta incluiría medidas ante el reciente anuncio, aunque aún no se ha determinado su implementación exacta. La Comisión Europea tiene lista una batería de medidas pendientes que afectan a exportaciones estadounidenses por más de 20.000 millones de euros, a las que podría imponer aranceles del 10% al 25% como represalia por los impuestos al acero y al aluminio. Además, hay una consulta pública en marcha sobre otro conjunto de productos estadounidenses, valorado en casi 100.000 millones de euros, que también podrían verse afectados por nuevas tasas. A pesar de ello, la prioridad de la UE sigue siendo el diálogo. "Nuestro objetivo esta semana es garantizar que las negociaciones cuenten con el tiempo y el espacio necesarios", subrayó Gill. En Bruselas esperan que las declaraciones de Trump sean sólo retórica política sin consecuencias prácticas. Este será uno de los puntos a evaluar durante las conversaciones de esta semana, que se desarrollarán en dos frentes distintos. Por un lado, una delegación técnica de la Comisión Europea viajó ayer a Washington con el fin de avanzar en las conversaciones y explorar posibles áreas de entendimiento para un futuro acuerdo. Según fuentes comunitarias, el grupo está formado por unos cinco expertos de alto nivel, cuyos nombres no se han revelado para preservar la confidencialidad del proceso. Por otro lado, el enfoque inmediato está en resolver la tensión actual provocada por las últimas declaraciones de Trump. Mañana se celebrará una reunión clave en París entre el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y su homólogo estadounidense, Jamieson Greer, con la intención de desactivar la crisis y retomar el camino del diálogo.
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