(El Periódico, 09-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El Gobierno aprueba 2.084 millones extra de gasto militar para defenderse de misiles y drones

En lo que los mandos militares denominan un "escenario de alta intensidad", imaginemos un mar alejado de las costas españolas, tras varios días de navegación. Desde tierra, una milicia lanza un misil Qader -una versión iraní inspirada en tecnología china- dirigido contra uno de los buques más emblemáticos de la Armada española, como el portaeronaves Juan Carlos I o el buque de asalto Galicia. Este proyectil, dotado de guía inteligente y gran velocidad, resulta extremadamente difícil de interceptar con las ametralladoras de 12,7 mm que estos barcos llevan a bordo. Tras recorrer 250 kilómetros, el misil impacta... El resultado de un ataque de estas características -con víctimas y daños graves que podrían inutilizar o hundir una pieza clave de la Flota- representa una de las peores pesadillas para cualquier alto mando naval. Este tipo de amenazas es precisamente uno de los frentes que se pretende reforzar con la reciente aprobación por parte del Gobierno de una transferencia extraordinaria de 2.084 millones de euros, enmarcada dentro de los llamados "programas de modernización" del Ministerio de Defensa. "Se trata de una reasignación de crédito para atender contratos y programas ya comprometidos, dirigidos a la modernización, mantenimiento y mejora de las infraestructuras de Defensa", explicó la ministra Pilar Alegría tras el Consejo de Ministros. Afirmó además que el Ejecutivo mantiene un compromiso firme de alcanzar cuanto antes el objetivo del 2% del PIB destinado a gasto militar. Aunque esta no es la mayor dotación adicional concedida a Defensa desde 2022, la partida no ha generado grandes fricciones dentro de la coalición de gobierno. La ministra de Sanidad, Mónica García, expresó que, aunque han planteado ciertas observaciones, se trata de compromisos ya adquiridos y añadió: "Necesitamos avanzar hacia una autonomía estratégica que vaya más allá del enfoque puramente militar". Una de las debilidades estructurales de la Armada, y que ha condicionado decisiones recientes -como la no participación de España en la operación internacional en el mar Rojo contra los hutís, liderada por EE. UU.- es la falta de sistemas de defensa de punto en varios de sus buques principales. Solo las fragatas más modernas, integradas en operaciones de la OTAN, cuentan con sistemas avanzados para interceptar amenazas como misiles, drones o embarcaciones suicidas. El ejemplo más citado entre los mandos navales occidentales es el del Moskva, el buque insignia de la flota rusa del mar Negro, hundido frente a Ucrania pese a su gran arsenal, precisamente por carecer de una defensa eficaz frente a ataques rápidos y laterales. La inversión aprobada también se destinará a otros programas estratégicos, como simuladores para formación de pilotos y sistemas de comunicación segura, ya contemplados en la planificación del Ministerio. Sin embargo, el refuerzo de la defensa naval sigue siendo uno de los puntos más complicados de resolver, por los retrasos acumulados y la dificultad de desarrollar soluciones nacionales viables. Cabe destacar que buques como el Juan Carlos I, el Galicia o el Castilla fueron diseñados con espacio para instalar lanzadores de misiles, aunque en su momento -cuando el presupuesto para defensa era más limitado- se optó por centrar su protección en el trabajo en grupo, escoltados por fragatas más equipadas. Hoy, sin embargo, el panorama ha cambiado. El uso de drones se ha generalizado y los misiles antibuque ya no son exclusivos de grandes potencias. Grupos armados como los hutís han desarrollado capacidades tecnológicas en talleres improvisados, con el apoyo de ingenieros formados en Asia o Irán, y otros grupos podrían seguir ese camino en el futuro. Por eso, el objetivo de este plan pendiente es dotar de una protección real a las principales unidades navales de España. No se trata tanto de reforzar sus capacidades de combate directo -para eso están las fragatas-, sino de garantizar su seguridad como plataformas clave para la proyección del poder militar español en misiones internacionales o escenarios de crisis.

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(La Vanguardia, 09-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Cataluña extenderá por ley la intervención de precios al alquiler de habitaciones

Cataluña redobla su apuesta por la regulación del sector inmobiliario. El alquiler de habitaciones también deberá cumplir con la intervención de precios que hace poco más de un año se aplica en los arrendamientos de Cataluña y que según constructoras, promotoras y expertos, ha tensionado todavía más el mercado y los precios, lejos de los objetivos que habían anunciado sus impulsores. Además, se restringirán los supuestos en los que una vivienda puede usarse para el alquiler de temporada. Así lo establecerá un proyecto de ley que tramitará el Parlament, tras un acuerdo que alcanzaron ayer el Govern del PSC, ERC, la CUP y los comunes. Republicanos, antisistema y el referente catalán de Sumar habían amenazado con impedir la convalidación de tres decretos ley en el pleno que hoy empieza en la cámara autonómica si el Ejecutivo que lidera el socialista Salvador Illa no cedía a sus pretensiones, como finalmente ha acabado ocurriendo. El texto especificará que la fragmentación física o contractual de una vivienda "no desnaturaliza" la aplicación de topes al alquiler, por lo que la suma de las rentas "no podrá ultrapasar" el importe máximo que establece la normativa. En cuanto a los alquileres de temporada, se ceñirán a una batería de supuestos que habrá que acreditar: "razones profesionales, laborales, de estudios, de atención médica" o quienes están a la espera de que se les entregue una vivienda o volver a ella. Por otra parte, en el Congeso, ERC anunció ayer la presentación de un proyecto de ley para instar al Gobierno a limitar la compra de viviendas por parte de extranjeros no residentes. Representan el 15% de las operaciones en Cataluña, dicen los republicanos, citando a los notarios.

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(Cinco Días, 08-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La sangría se agrava en las Bolsas mundiales: Europa se desploma un 5%

La tormenta financiera continúa y no da señales de remitir. Tras el desplome bursátil más severo desde la pandemia, los mercados han iniciado la semana en modo pánico. El Ibex 35 se desploma cerca de un 5% y pierde el nivel de los 11.800 puntos, habiendo llegado a rozar una caída del 7% en los momentos más críticos de la jornada. Las pérdidas se extienden por toda Europa: el DAX alemán, el CAC francés y el FTSE británico retroceden alrededor de un 4%, mientras que el Euro Stoxx 50 baja un 4,4%. En Asia, la situación ha sido aún más grave, con descensos que oscilan entre el 7% y el 12%. Por su parte, los futuros de Wall Street anticipan una apertura con retrocesos en torno al 1,5%. El nerviosismo también afecta a otros activos: las rentabilidades de la deuda siguen descendiendo, el dólar continúa débil y el barril de Brent cae un 3%, situándose en 63,8 dólares, su nivel más bajo en cuatro años. Lejos de tranquilizar a los mercados, los inversores solo encuentran más señales de rigidez en las posturas. El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha minimizado la ola de ventas y se mantiene firme en su política comercial, afirmando que aunque no le agrada que el mercado caiga, a veces "hay que tomar medicinas para curar". China, por su parte, ha reiterado que responderá con firmeza a los nuevos aranceles y prepara nuevas medidas de estímulo económico, según Bloomberg. La Unión Europea también está considerando sus propias acciones en respuesta. La guerra comercial ha alcanzado un nivel global y no parece que vaya a suavizarse en el corto plazo. Si no hay un cambio de rumbo, el nuevo paquete de aranceles anunciado por Trump se empezará a aplicar el 9 de abril. Ya desde el viernes pasado entró en vigor un gravamen mínimo del 10%, y en los próximos días comenzarán los específicos por país. Aunque la Casa Blanca asegura que más de 50 países han mostrado interés en dialogar con el presidente, no hay evidencia clara de que se estén llevando a cabo negociaciones reales. El temor a una recesión mundial crece, y Goldman Sachs ha elevado al 45% la probabilidad de una recesión en Estados Unidos. En España, el sector bancario vuelve a ser uno de los más golpeados por el desplome bursátil. Aunque las caídas se han moderado respecto al arranque de la sesión, Sabadell cede un 6% (tras llegar a perder un 17%), BBVA también cae un 6% y Santander retrocede un 5%. En otros sectores, Acciona Energía pierde un 6% e IAG, un 6,6%. Ningún valor opera en positivo y las menores caídas rondan el 3% en compañías como Redeia, Rovi o Logista. Las bolsas europeas registran también recortes considerables, aunque han logrado reducir parte de las pérdidas al mediodía. El índice alemán DAX llegó a caer un 9%, y el Euro Stoxx 50, un 7%. Las empresas más castigadas son las del sector defensa, como Rheinmetall (-4%), así como firmas industriales como Alstom, y tecnológicas como Atos (-15%) y Airbus (-6,5%). En EE. UU., los futuros apuntan a un nuevo retroceso del 1,8% para el Dow Jones y el S&P 500. Solo entre jueves y viernes, Wall Street perdió más del 10%, con una pérdida en capitalización bursátil de cinco billones de dólares, cifra superior al PIB combinado de España y Francia. Trump, en lugar de calmar los ánimos, ha redoblado su ofensiva comercial, especialmente contra China. Ha declarado que con un déficit comercial de un billón de dólares con el país asiático, EE. UU. pierde "cientos de miles de millones cada año" y que no habrá acuerdo sin una solución a ese desequilibrio. Este lunes también pidió a la Reserva Federal una bajada de tipos para estimular la economía, criticando la lentitud de la institución desde su red social Truth Social. En Asia, el índice Nikkei de Tokio cayó un 7,7% al cierre, mientras que el Hang Seng de Hong Kong, que había permanecido cerrado por festivo, se desplomó un 12% tras el anuncio de una nueva oleada de medidas por parte de China. Pekín impondrá aranceles del 34% a todos los productos estadounidenses, en respuesta a las tarifas equivalentes ya aplicadas por Washington, que alcanzan un 54% si se suman gravámenes anteriores. El índice de Shanghai también registró un fuerte retroceso del 7,95%. El presidente de JP Morgan, Jamie Dimon, ha criticado la estrategia de Trump y ha instado a resolver cuanto antes esta escalada. "Cuanto más tiempo se prolongue este conflicto, mayores serán sus efectos negativos acumulativos, y más difícil será revertirlos", advirtió. Robert Pavlik, gestor de Dakota Wealth, coincide en el diagnóstico: "Los mercados esperaban alguna señal conciliadora durante el fin de semana, alguna declaración que indicara voluntad de negociar o de flexibilizar los aranceles, pero nada de eso ha ocurrido. Parece que están decididos a seguir en esta línea". Además, subraya la incertidumbre que genera la actitud pasiva de la Reserva Federal: "Si la Fed no interviene, ¿quién lo hará?".

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(Expansión, 08-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La UE define su primer ataque: aranceles del 25% a más de 1.500 productos de EEUU

Bruselas contraataca con una primera tanda de aranceles que afecta a sectores como la alimentación, el ocio, la moda y la construcción. Algunas de estas tasas alcanzan el 10%. Los Estados Miembros votarán su implementación este miércoles, y su entrada en vigor será gradual. El misterio quedó despejado durante la madrugada del lunes, cuando la Comisión Europea envió la esperada lista con más de 1.500 productos estadounidenses a los que se plantea imponer aranceles, la mayoría del 25%. Esta acción es la primera respuesta al castigo arancelario -también del 25%- que Donald Trump impuso hace menos de un mes sobre el acero y el aluminio procedentes de la Unión Europea. El documento, aún en fase de borrador y difundido por Reuters, ya ha sido remitido a los Estados Miembros, que decidirán sobre su aprobación este miércoles tras una reunión de los ministros de Comercio en Luxemburgo. Entre los productos que Bruselas propone gravar se encuentran una amplia variedad: arroz, tomates, ropa, mantas eléctricas, calzado, artículos de vidrio, cerámica y porcelana, joyería, metales preciosos, acero, aluminio, luminarias, barcos, tabaco y calzado deportivo. Sin embargo, algunos bienes, como los videojuegos, pilas, baterías, ciertos cosméticos y aceites esenciales, tendrán un arancel reducido del 10%. Según el documento comunitario, "las medidas se dirigen a productos de origen estadounidense de los que la UE no depende en gran medida", con el objetivo de minimizar los efectos negativos en el mercado europeo y en los consumidores. En total, la Comisión buscaba gravar unos 26.000 millones de euros en bienes estadounidenses como represalia, aunque tras ajustes de los Estados Miembros, la cifra final quedó ligeramente por debajo. La lista propuesta afecta a productos de todos los países, lo que ha obligado a hacer concesiones para excluir ciertos artículos, en un proceso de negociación constante. Uno de los productos más comentados, el bourbon estadounidense, finalmente se ha salvado de los aranceles. La amenaza de Trump de aplicar tasas del 200% al vino de los países que penalizaran esta bebida hizo que Francia e Italia, entre otros, presionaran para retirarlo de la lista. No todos los aranceles se aplicarán de inmediato. Si la propuesta es aprobada, los gravámenes sobre productos que ya fueron sancionados durante la anterior disputa comercial entre EE. UU. y la UE -durante el primer mandato de Trump- se activarán el 15 de abril. En cambio, los aranceles sobre nuevos productos se pospondrán hasta el 15 de mayo. Una última oleada, que incluye artículos especiales como la soja (epígrafe IV), no se aplicará hasta diciembre. "Avanzamos sin prisas pero con firmeza. Es esencial dejar espacio para la negociación. Queremos una solución mutua y equilibrada", declaró el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic. Desde Bruselas insisten en que esta primera respuesta es "proporcionada" y está en línea con las normas de la Organización Mundial del Comercio. No obstante, advierten que habrá más medidas si las conversaciones con Estados Unidos no avanzan. La UE se prepara para responder con nuevas rondas de aranceles y represalias si se concretan las tarifas de Trump sobre automóviles y sus componentes, así como sobre una lista más amplia de productos. Se estima que estas medidas afectarán hasta el 70% de los más de 380.000 millones de euros que la UE exporta a EE. UU.

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(Expansión, 08-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La UE ofrece aranceles "cero por cero" a EEUU para los bienes industriales

Arrancan oficialmente las negociaciones entre la Unión Europea y Estados Unidos con el objetivo de frenar la escalada de tensiones comerciales iniciada el pasado miércoles y, al mismo tiempo, tratar de contener el impacto negativo que esta situación ha provocado en los mercados financieros. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha confirmado hoy que ya existe una primera propuesta sobre la mesa: eliminar por completo los aranceles y obstáculos al comercio de bienes industriales entre ambos bloques. "Hemos planteado una oferta de aranceles cero para los bienes industriales, siguiendo el mismo enfoque que ya hemos aplicado con éxito en acuerdos con otros socios. Europa siempre está dispuesta a alcanzar un buen acuerdo", declaró Von der Leyen durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre. Con esta propuesta, la UE pone en marcha su estrategia principal para afrontar el conflicto comercial: tender la mano a Washington, pero manteniendo la cautela, con la intención de proteger los grandes beneficios que el comercio internacional ha aportado durante años a ambas economías. Así lo acordaron los ministros de Comercio de los países miembros de la UE reunidos hoy en Luxemburgo, donde trabajaron en una posición común frente a las medidas impulsadas por Donald Trump. El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, detalló que esta oferta incluye desde productos del sector automotor y sus piezas, hasta químicos, fármacos, caucho, plásticos y maquinaria, entre otros bienes industriales. Sin embargo, pese a este gesto de apertura, la iniciativa europea no responde directamente a los argumentos esgrimidos por Trump para justificar la imposición de aranceles del 20% a los productos europeos: el déficit comercial en bienes y el cobro del IVA, que en EE. UU. se percibe como una barrera fiscal. Respecto a este último punto, Sefcovic dejó claro que el IVA es una línea roja para la UE. Explicó que este impuesto no es discriminatorio, ya que se aplica por igual a productos nacionales y extranjeros, y que es una herramienta fiscal empleada por más de 160 países, además de ser una fuente clave de financiación para los presupuestos nacionales. "Hemos explicado a EE. UU. cómo funciona nuestro sistema del IVA, su papel en la financiación pública y su aplicación global. No está en nuestros planes modificarlo", afirmó el comisario, quien, no obstante, se mostró abierto a dialogar en otros aspectos con el fin de alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes.

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(El País, 08-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Trump anuncia que disparará los aranceles de China al 104% si Pekín no da marcha atrás

Cuando los mercados de Wall Street esperaban una posible pausa en la escalada arancelaria, Donald Trump volvió a agitar el tablero. El expresidente de Estados Unidos anunció en su red Truth Social que impondrá aranceles adicionales de 50 puntos porcentuales sobre productos chinos, elevando la tasa total al 104%, si Pekín no elimina los aranceles del 34% que aplica actualmente a las importaciones estadounidenses. Según Trump, esta medida entrará en vigor el 9 de abril. Además, reiteró que responderá a cualquier represalia arancelaria con aumentos aún mayores, asegurando que su objetivo es tener los aranceles más altos del mundo. Como gesto de apertura, el exmandatario se mostró dispuesto a iniciar conversaciones con todos los países que lo han solicitado, aunque excluyó a China mientras mantenga sus actuales tasas sobre productos estadounidenses. Esta disposición a negociar deja una puerta entreabierta que los mercados financieros observan con cautela. Para comprender esta estrategia, es necesario recordar la peculiar visión que Trump tiene del comercio internacional. Desde hace décadas, sostiene que los déficits comerciales representan una especie de deuda que Estados Unidos "paga" a otros países, a los que acusa de estar "robando" a su país. En su lógica, los aranceles funcionan como impuestos que se cobran entre naciones, y cree que Estados Unidos ha sido el gran perdedor en este intercambio. A partir de esta interpretación, Trump plantea que cuando otros países imponen aranceles a productos estadounidenses, en realidad están cobrando dinero a Estados Unidos sin que éste recupere nada a cambio. Por eso, su solución es imponer los aranceles más altos posibles, con el objetivo de revertir el flujo de dinero hacia el país. Según él, cuanto más elevados sean los aranceles de EE.UU., más "ganará" el país frente al resto. Siguiendo esa lógica, la respuesta de China con un arancel del 34% no se ve como una medida proporcional, sino como una maniobra para seguir "cobrando más" a Estados Unidos. De ahí que Trump insista en aumentar los aranceles hasta donde sea necesario para "ganar" esta especie de competencia arancelaria. Como ha advertido: "Cualquier nación que responda con aranceles adicionales a los EE.UU. será castigada con tarifas aún más altas que las inicialmente previstas". Sin embargo, esta visión distorsionada ignora cómo funciona realmente el comercio internacional. Los aranceles no se compensan entre países, y una tarifa del 104% prácticamente paralizaría las importaciones desde China, afectando gravemente al comercio bilateral. Además, encarecería considerablemente los productos chinos en Estados Unidos, golpeando directamente el bolsillo de los consumidores estadounidenses.

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(Expansión, 07-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Gobierno y eléctricas negocian la prórroga de las nucleares

El Gobierno y las principales compañías eléctricas propietarias de las centrales nucleares en España (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) han iniciado conversaciones para replantear por completo el calendario de cierre de estas instalaciones. Más que extender la vida útil de todas las centrales por una década, la intención es ajustar los plazos de cierre mediante pequeñas prórrogas de entre uno y tres años para algunas o la mayoría de ellas. El debate sobre si es conveniente o no cerrar las centrales nucleares se avivó recientemente con el caso de la planta de Almaraz, ubicada en Extremadura, que será la primera en cesar su actividad. De sus dos reactores operativos, Almaraz I está previsto que cierre en noviembre de 2027 y Almaraz II en octubre de 2028. Si se quiere prolongar su funcionamiento, ya deberían estarse tomando decisiones de inversión y solicitudes de licencias. Aunque la situación de Almaraz ha generado un notable revuelo social -aprovechado políticamente por el PP-, lo cierto es que el debate sobre la energía nuclear es mucho más amplio y afecta al conjunto del parque nuclear, el cual está interconectado. No es posible modificar el calendario de una planta sin que repercuta en las demás. Por ejemplo, aunque Iberdrola, Endesa y Naturgy son propietarias de Almaraz, la empresa que opera la planta incluye también a EDP como socio. Por ello, una prórroga de dos o tres años en Almaraz sin modificar el calendario previsto para otras centrales como Ascó (Cataluña) podría poner en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico. Una simple revisión del calendario demuestra la complejidad del asunto. Si Almaraz I y II recibieran prórrogas y se cerraran finalmente en 2030, en ese mismo año se produciría el cierre simultáneo de cuatro reactores: los dos de Almaraz, Ascó I (Tarragona) y Cofrentes (Valencia), lo cual sería muy difícil de gestionar. Este efecto dominó podría continuar si se retrasan también los cierres de Ascó II y Trillo. El principal beneficio de estas miniprórrogas es que aportan una gran flexibilidad al sistema energético en un momento en que resulta esencial. Aunque el Gobierno mantiene su firme apuesta por las energías renovables en detrimento de la nuclear, es consciente de que aún no se dispone de una alternativa plenamente operativa -como los sistemas de almacenamiento con baterías- que garantice la estabilidad del suministro frente a la intermitencia de la energía eólica y solar. Así, conceder una prórroga limitada no supone necesariamente una renuncia a sus principios, sino más bien una decisión pragmática que podría facilitar una transición energética ordenada. Las compañías eléctricas también reconocen que una prórroga estándar de diez años resulta complicada, no solo por las posturas del Gobierno, sino también por sus propias limitaciones. La mayoría de las centrales o sus empresas operadoras son propiedad compartida de varias eléctricas, y para acometer inversiones significativas, como la extensión de la vida útil de una planta, se requiere unanimidad entre los socios, algo que actualmente no se ha alcanzado. Una extensión parcial de uno a tres años permitiría reducir las tensiones sociales actuales y repartir de forma más manejable el coste de la gestión de residuos (como la tasa de Enresa).

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(Cinco Días, 07-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El temor a la recesión agrava las caídas en Bolsa y se ceba con la banca española

Aumenta la presión en los mercados financieros, con el sector bancario como principal damnificado en la jornada de hoy. El endurecimiento de la política arancelaria anunciada por Donald Trump y el temor a que la escalada comercial desemboque en una recesión han disparado las expectativas de recortes en los tipos de interés, lo que afecta negativamente a los márgenes de beneficios de los bancos. Tras una jornada negra en Wall Street -donde el S&P 500 cayó un 4,8% y el Nasdaq se desplomó un 5,97%, una de sus peores sesiones desde la pandemia- las bolsas europeas también acusan el golpe, especialmente la española, muy expuesta al sector financiero. El Ibex 35 registra una caída cercana al 6% este viernes, situándose en torno a los 12.500 puntos. En el resto de Europa, los descensos son más moderados: el Euro Stoxx 50 baja un 2%, el DAX alemán un 2%, el CAC francés un 1,6%, el FTSE británico un 1,7% y el AEX neerlandés un 1%. Los futuros estadounidenses anticipan nuevas caídas, con retrocesos cercanos al 1% en el S&P 500 y del 0,5% en el Nasdaq. En Asia, el Nikkei japonés ha caído un 2,8%, mientras que las bolsas de China y Hong Kong permanecen cerradas por festivo. Este viernes, la fuerte presencia del sector financiero arrastra a la Bolsa española. Si el jueves el Ibex fue uno de los índices europeos que mejor aguantó, hoy lidera los descensos. Las cinco entidades financieras más grandes del país encabezan las pérdidas: Banco Sabadell se hunde un 11%, BBVA casi un 10%, Santander más de un 9,3% y CaixaBank cae un 9,8%. Estos retrocesos se explican por la previsión de un entorno económico más débil, lo que implica menores tipos de interés y, en consecuencia, una menor rentabilidad para la banca. En el lado positivo, destacan ligeras subidas en Puig (1%) y Enagás (0,4%). El castigo al sector bancario también se extiende por Europa. Entre los más afectados están Deutsche Bank (-10%), Commerzbank (-8%), Unicredit (-10,78%) y Société Générale (-4,4%). En contraste, compañías como L'Oréal (+3%), Danone (+1%) y Pernod Ricard (+1%) registran avances. Desde Bank of America recomiendan sobreponderar valores defensivos y reducen su exposición al sector bancario, que, según sus cálculos, podría corregirse más de un 10% adicional tras las subidas acumuladas este año y el incremento del gasto público en Alemania. El temor de los inversores se refleja también en otros activos financieros. La rentabilidad del bono estadounidense a 10 años desciende al 4%, presionada por las perspectivas económicas. En España, la deuda a 10 años baja ocho puntos, situándose en el 3,218%, mientras que en Alemania la caída es de 14 puntos, hasta el 2,4995%, un nivel incluso inferior al registrado antes del reciente plan de estímulo económico impulsado por Friedrich Merz. El oro retrocede hasta los 3.118 dólares tras marcar un récord el jueves, mientras que el dólar sigue perdiendo terreno frente al euro, con un tipo de cambio de 1,105. Por su parte, el precio del petróleo Brent cae por debajo de los 70 dólares por barril, tras conocerse que la OPEP+, encabezada por Arabia Saudí y Rusia, incrementará la producción a partir de mayo. Donald Trump ha dejado abierta la posibilidad de negociar los aranceles si otros países le ofrecen contrapartidas "fenomenales". En este contexto, JP Morgan ha elevado del 40% al 60% la probabilidad de que la economía global entre en recesión antes de que acabe el año. Jessica Henry, directora de inversiones en renta variable de Federated Hermes Limited, advierte que "la incertidumbre persistirá", ya que se espera una respuesta arancelaria de la UE, Reino Unido y otras regiones, y posibles negociaciones con Washington. Paolo Zanghieri, economista de Generali Investments, prevé que estas medidas afectarán especialmente a Estados Unidos, reduciendo su PIB en un 1,5%. Este análisis es compartido por otros expertos, que señalan que la nueva política comercial de Trump podría restar hasta un punto y medio del crecimiento económico y elevar la inflación al 5%, lo que acercaría al país a una situación de estanflación, un escenario muy perjudicial para los mercados. Ante este panorama, las apuestas sobre nuevos recortes de tipos aumentan. Zanghieri estima que la Reserva Federal podría recortar los tipos tres veces durante el año, llevándolos al 3,5%-3,75%, y que el Banco Central Europeo aplicaría también tres bajadas, situando su tasa en el 1,75%. "Si los aranceles actuales se mantienen, es muy probable que entremos en recesión en el segundo o tercer trimestre del año, lo que también podría dar lugar a un mercado bajista", alerta David Bahnsen, director de inversiones de The Bahnsen Group. Además, este viernes se esperan dos datos clave en Estados Unidos: la evolución del empleo no agrícola y la tasa de desempleo de marzo, junto a una intervención pública del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell.

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(El País, 07-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La UE busca estrechar lazos con otros socios comerciales ante el repliegue de Estados Unidos

El llamado "Día de la Liberación" proclamado con entusiasmo por Donald Trump este miércoles en la Rosaleda de la Casa Blanca sorprendió a los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y del Consejo Europeo, António Costa, durante su visita a Samarcanda, una emblemática ciudad de la antigua Ruta de la Seda. La elección de ese lugar no fue casual: ambos dirigentes europeos se encontraban allí para reunirse con los líderes de Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán, con el objetivo de reforzar los lazos entre la Unión Europea y Asia Central. Esta visita sigue a otro viaje reciente a la India por parte de casi todo el Colegio de Comisarios, que tuvo una meta similar: establecer una alianza económica sólida, con la intención de cerrar un acuerdo comercial antes de que acabe el año. En Bruselas crece cada vez más el apoyo a una estrategia de expansión de los vínculos comerciales. El caso más emblemático es el de Mercosur, donde las voces críticas han perdido fuerza y las favorables ganan terreno, incluso entre aquellos que suelen ser más comedidos por su rol institucional. "Es tiempo de avanzar en los acuerdos con Mercosur, México, y de acelerar las negociaciones con India y otros socios estratégicos", expresó António Costa en su cuenta de X (antes Twitter). Esta postura se repite con frecuencia entre analistas y dirigentes políticos, como respuesta a la ola proteccionista y aislacionista desatada por Trump, que ha cambiado radicalmente las reglas del juego global. Tanto Von der Leyen como Costa han sido claros en su intención de reforzar alianzas con terceros países. "Europa ya mantiene acuerdos comerciales con 76 naciones y seguimos ampliando esta red. Acabamos de cerrar pactos con Mercosur, México y Suiza, y hemos lanzado una asociación pionera con Sudáfrica. Nuestro objetivo es concluir un acuerdo comercial con la India antes de que termine el año. También mantenemos negociaciones activas con Indonesia y Tailandia", afirmó recientemente la presidenta de la Comisión Europea. Su mensaje es directo: "Europa es un socio fiable, coherente y comprometido con un comercio justo". Y, entre líneas, también se deja entrever un contraste con la postura estadounidense: Europa no sigue el camino de EE. UU. Se busca diversificar mercados y reforzar la estabilidad geoestratégica, como respuesta a la oleada arancelaria impulsada por Trump desde su regreso a la presidencia hace menos de tres meses. Mientras Europa extiende puentes, en Estados Unidos se ha consolidado una visión del mundo que trastoca el orden económico global que el propio país ayudó a forjar y del cual ha sido uno de los grandes beneficiarios. Trump ha puesto en entredicho sus alianzas históricas, primero en el plano militar -cuestionando la OTAN- y ahora en el económico, al atacar el libre comercio, emulando una política proteccionista opuesta al legado de figuras como Ronald Reagan. Estados Unidos cierra fronteras y reduce su apertura económica, bajo la narrativa de que el mundo exterior es el que se está aislando, cuando en realidad es Washington quien se repliega. China es una de las grandes perjudicadas por esta estrategia. Los nuevos aranceles estadounidenses parecen aplicarse con un criterio arbitrario, basado en un método peculiar que castiga más a aliados tradicionales que a adversarios: Japón, por ejemplo, recibe una carga del 24%, mayor que la de Irán; Rusia, pese a la retórica oficial, no aparece afectada bajo el argumento de que no hay relaciones comerciales activas; y hasta Israel, uno de los principales aliados de EE. UU., sufre un arancel del 17% pese a haber eliminado previamente los suyos para evitar represalias. Por ahora, la reacción de la mayoría de los socios tradicionales de EE. UU. ha sido de cautela. Reino Unido, Japón y la UE han optado por intentar negociar antes de responder con contramedidas. Incluso China, el país más golpeado, ha hecho un llamado al diálogo. "No hay vencedores en las guerras comerciales. El proteccionismo no es una solución. Cada vez más países rechazan las medidas unilaterales y coercitivas como las que está tomando EE. UU.", declaró Guo Jiakun, portavoz del Ministerio de Exteriores chino. Pese a ello, la mayoría de los expertos coinciden en que, si los países afectados respondieran con medidas similares, el mayor perjudicado sería Estados Unidos, cuya economía podría ralentizarse significativamente y sufrir un repunte de la inflación. Quizá por eso, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, lanzó un mensaje de calma a través de Fox News: "Mi recomendación para todos los países es que no respondan con represalias. Tomémoslo con calma. Observemos cómo evoluciona la situación. Si todos reaccionan, esto irá a más; si no, puede detenerse aquí". Un llamado que refleja el temor a un aislamiento aún mayor de EE. UU., lo que podría alejarlo tanto de sus competidores como de sus aliados históricos y tener un efecto negativo en la economía global. La Organización Mundial del Comercio ya ha advertido que el comercio mundial podría contraerse un 1%. En este contexto, la UE intenta minimizar los efectos negativos mediante la intensificación de relaciones comerciales ya existentes, como las que mantiene con México y Chile, y avanzando en nuevos acuerdos, como los de Mercosur o India. Aunque es inviable sustituir en el corto plazo la relación con EE. UU., cuyo intercambio de bienes y servicios con la UE alcanzó 1,6 billones de euros en 2023, se buscan alternativas que puedan amortiguar el impacto. André Sapir, profesor en la Universidad Libre de Bruselas y miembro del centro de estudios Bruegel, lo explica así: "El 40% de la inversión extranjera directa de la UE se dirige a EE. UU. y viceversa. Estamos profundamente entrelazados. No es fácil -ni deseable- romper esa relación. Las empresas están integradas en cadenas de valor globales. Hay una interdependencia estructural que no se puede deshacer de la noche a la mañana".

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(La Vanguardia, 07-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Cuerpo prevé un impacto de varias décimas en el PIB español por los aranceles de Trump

El Gobierno ha ofrecido una primera evaluación sobre las consecuencias que los nuevos aranceles anunciados el miércoles por Donald Trump podrían tener para la economía española. La administración estadounidense ha establecido una tasa general del 10% que se aplicará desde este sábado, así como un gravamen específico del 20% para todas las importaciones procedentes de la Unión Europea. Según el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, estas medidas de carácter proteccionista restarán algunas décimas al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de España. "La exposición directa de España es menor en comparación con otros países europeos. Pero existe un impacto indirecto: lo que afecte a nuestros socios también repercutirá en nuestra economía. Podría haber consecuencias importantes a nivel sectorial, por eso es fundamental ir del análisis general al particular, siendo muy precisos en el diagnóstico", declaró el ministro este viernes en una entrevista con el programa Más de uno, de Onda Cero. El Gobierno había elevado recientemente su previsión de crecimiento económico para este año, situándola en un 2,6%, en línea con los pronósticos de diversos organismos tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, la Comisión Europea advierte que el coste de estas tarifas para el bloque comunitario podría ascender a 81.000 millones de euros. Además, existe preocupación por la posible recesión de la economía alemana -la más fuerte de la Eurozona y la más dependiente de las exportaciones a EE. UU.-, lo cual afectaría también al resto de países, incluida España, para quien Alemania representa su segundo mayor mercado de bienes. Cuerpo subrayó que el plan de apoyo a las empresas más expuestas a los aranceles ya está en marcha. "Nuestro objetivo es contar con una red de seguridad eficaz que evite el colapso de cualquier compañía en este entorno incierto", señaló. El jueves, el presidente Pedro Sánchez presentó un paquete de ayudas por valor de 14.100 millones de euros, denominado Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial, destinado a contrarrestar el impacto de esta nueva guerra comercial. El ministro también aclaró que, hasta ahora, la Unión Europea ha optado por responder de forma reactiva a las decisiones de Estados Unidos, sin tomar la iniciativa en una escalada del conflicto. Como ejemplo, citó la respuesta al arancel del 25% sobre el acero y el aluminio, cuya aplicación por parte de la UE se pospuso para no enviar un mensaje de confrontación. Sin embargo, reconoció que los nuevos aranceles impuestos por Trump han superado las previsiones más pesimistas de la Comisión Europea. Cuerpo insistió en que la UE debe mantener la disposición al diálogo. "No podemos pecar de ingenuos en estas negociaciones. Debemos utilizar todas las herramientas a nuestro alcance, incluyendo los aranceles, para defendernos en igualdad de condiciones. Europa debe mostrar firmeza, pero también voluntad de entendimiento", afirmó. Según las estimaciones del Ministerio, sectores como el vino y el aceite de oliva se perfilan como algunos de los más perjudicados por estas medidas, aunque podrían verse favorecidos si prospera el acuerdo con Mercosur. Las opiniones de expertos y representantes del sector financiero coinciden en que las decisiones tomadas por la Casa Blanca constituyen un grave error. El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, calificó los aranceles como un "tiro en el pie" para la economía estadounidense, que podría entrar en recesión de manera "relativamente rápida". En su intervención este viernes en el foro Wake Up Spain, organizado por El Español, estimó que el impacto para la economía española se situará en torno al 0,2% del PIB.

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