(Expansión, 21-05-2025) | Laboral

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulado Generative AI and Jobs: A Refined Global Index of Occupational Exposure (IA generativa y empleo: índice actualizado de la exposición ocupacional), revela que un 32% de los empleos en Europa y Asia Central -lo que equivale a unos 136 millones de puestos- presentan algún grado de exposición a la inteligencia artificial generativa. No obstante, esto no implica necesariamente que esos trabajos desaparecerán, sino que existe un riesgo potencial de automatización a medio o largo plazo.

El estudio no se limita a estimar cuántos trabajos están expuestos, sino que también analiza cuántos podrían ser realmente automatizados. En el caso de Europa y Asia Central, el porcentaje de empleos potencialmente automatizables asciende al 5,7%. Esta investigación actualiza una evaluación previa publicada en 2023, y muestra un incremento superior al 50% en los empleos considerados susceptibles de automatización -pasando de 75 a 115 millones-, aunque, en paralelo, ha disminuido en un 20% el número total de empleos expuestos a la IA, que en el informe anterior se estimaban en unos 1.055 millones.

A nivel mundial, aproximadamente 838 millones de trabajos (el 24% del total) se consideran expuestos en algún grado a los avances de la IA generativa. De esos, cerca del 3,3% (115 millones) presentan un riesgo claro de automatización. Europa y Asia Central son las regiones más afectadas, seguidas por América, donde el 29% de los empleos (141 millones) están expuestos y el 4,7% corren riesgo de automatización. Los datos del informe indican que cuanto más desarrollado económicamente es un país, mayor es la probabilidad de que sus empleos estén expuestos a la inteligencia artificial. Por ejemplo, en África, donde predominan las economías con menores ingresos, la exposición estimada baja al 19% (105 millones de trabajos).

A pesar del riesgo de sustitución, la OIT adopta una postura moderadamente optimista. Considera que en la mayoría de los casos la IA no reemplazará por completo a los trabajadores, sino que transformará los empleos existentes. De hecho, subraya que actualmente sólo una pequeña parte de las ocupaciones puede realizarse sin intervención humana. En este sentido, se prevé que la tecnología complemente el trabajo humano en lugar de eliminarlo.

El informe también destaca que los nuevos cálculos se basan en mejoras metodológicas que permiten una estimación más precisa. Además, la OIT reconoce que desde 2023 se han producido importantes avances tecnológicos y una mejor comprensión de las limitaciones actuales de la IA para adaptarse plenamente a todos los entornos laborales.

El ritmo de desarrollo y adopción de la IA generativa se ha acelerado notablemente. Mientras que en 2023 estos sistemas eran percibidos principalmente como herramientas de generación de texto, ahora han adquirido capacidades significativas en áreas audiovisuales, interacción con software e incluso en la toma de decisiones. Sin embargo, algunos trabajos que anteriormente se consideraban altamente automatizables han bajado de nivel en esta clasificación. Ejemplos de ello son los escritores, programadores, recepcionistas o personal de secretaría, que, aunque siguen expuestos, presentan menor riesgo de ser totalmente reemplazados.

La OIT distingue claramente entre la automatización de tareas concretas y la automatización de puestos completos. En muchos casos, señala, la IA puede encargarse de tareas repetitivas, lo que permitiría a los trabajadores centrarse en actividades más enriquecedoras o especializadas, lo que podría traducirse en una mejora de la calidad del empleo. Sin embargo, también advierte que esta calidad puede deteriorarse si la IA se usa para estandarizar procesos o reducir la autonomía del trabajador.

Por ello, el organismo insiste en la importancia del diálogo social y de consultar a los trabajadores en la incorporación progresiva de estas tecnologías. Esto, según la OIT, es esencial para garantizar que la IA generativa contribuya tanto a la productividad como al bienestar laboral.

Finalmente, el informe señala que la adopción de la IA no será homogénea en todos los países, ya que factores como los altos costes, la falta de infraestructura o la escasa formación laboral pueden ralentizar su implantación, especialmente en las economías con menores recursos. Como nota curiosa, la OIT reconoce que ha utilizado el modelo de IA GPT-4 para ayudar en el análisis de la automatización de las ocupaciones, aunque los resultados fueron revisados por expertos y comparados con encuestas realizadas a trabajadores reales.

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