(El País, 02-07-2024) | Laboral

El Gobierno está decidido a sacar adelante el proyecto de ley junto con los sindicatos. Acusa a los empresarios de "no tener propuestas ni compromiso negociador" y de "burlarse" del diálogo social. El Ejecutivo ha optado por continuar la negociación sobre la reducción de la jornada laboral por ley, sin disminuir el salario, de las 40 horas actuales a 37,5 horas en 2025, con los sindicatos. El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, anunció esta decisión debido a lo que considera "un descuelgue" de las patronales CEOE y Cepyme en la discusión de la medida. Especialmente porque, después de seis meses de conversaciones, los empresarios no han presentado ninguna propuesta escrita.

Así, CEOE y Cepyme cumplieron su anuncio de la semana pasada de no llevar ningún documento a la reunión de este lunes. Todo esto llevó a Pérez Rey a hacer declaraciones muy críticas sobre la actitud de los empresarios en la discusión de la reducción de jornada.

El responsable de Trabajo acusó a CEOE y Cepyme de "descolgarse y burlarse del diálogo social". Además, Pérez Rey afirmó que la postura de los empresarios ante la reducción de la jornada laboral "es más ideológica que una defensa de los intereses empresariales. Es claramente decepcionante y muestra una falta de compromiso".

El responsable de Trabajo expresó públicamente las sospechas del Ministerio de que la patronal no tiene interés en negociar este tema ni en avanzar en él, esperando que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien enfrenta una gran debilidad parlamentaria, se vea obligado a convocar elecciones generales ante el bloqueo en el Parlamento. Por ello, el responsable de Trabajo instó a los presidentes de CEOE, Antonio Garamendi, y de Cepyme, Gerardo Cuerva, a "recapacitar sobre su actitud en el diálogo social".

No obstante, el secretario de Estado dijo que el Gobierno "intentará llevar el proyecto de ley lo antes posible al Congreso de los Diputados" e iniciar allí la negociación con los grupos parlamentarios. Recordó que una proposición en la Cámara Baja sobre esta cuestión fue apoyada por casi todo el hemiciclo, excepto Vox.

Por todas estas razones, Pérez Rey incluso acusó a los empresarios de "negar el objetivo de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, que cuenta con el apoyo mayoritario de la ciudadanía". Defendió la propuesta, "porque está llena de sentido común". Primero, porque, según explicó, en los últimos 40 años la productividad de la economía española ha crecido un 54%. Ahora se trata de reducir dos horas y media una jornada laboral que, legalmente, lleva cuatro décadas en las 40 horas semanales.

Legalmente, así se recoge en la legislación vigente, pero la negociación colectiva ha llevado a que, en muchas empresas y administraciones públicas, el tiempo de trabajo ya sea de 37,5 horas o menos por semana.

Es importante entender que el conflicto entre la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los empresarios se debe a que ella busca establecer un techo máximo de jornada laboral para toda la economía, de la misma manera que se aumenta el salario mínimo interprofesional cada año. Nadie con una jornada laboral de ocho horas diarias puede tener un salario inferior. Trabajo estima que todavía hay doce millones de trabajadores que necesitan reducir su jornada laboral a 37,5 horas semanales.

Pérez Rey refutó el argumento de los empresarios de que la reducción de la jornada laboral perjudicará a las pequeñas empresas y, en particular, a la hostelería y el comercio. Recordó que la tecnología ha facilitado el autoservicio y diversas formas de pago. Además, el Gobierno quiere terminar con las "jornadas agotadoras" de trabajadores como las camareras de piso, las cajeras, los empleados del comercio y otros en sectores de mano de obra intensiva. "La competitividad de las empresas no puede basarse en las jornadas extenuantes de los trabajadores", subrayó Pérez Rey.

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