(Expansión, 23-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo
España cumplirá con los compromisos estratégicos establecidos por la OTAN, pero podrá hacerlo destinando solo el 2,1% de su PIB a defensa, según explicó este domingo el presidente Pedro Sánchez. Esta medida permitirá al país evitar un incremento del gasto militar de unos 350.000 millones de euros hasta 2035. "El Gobierno de España ha cerrado un acuerdo muy favorable con la OTAN que nos permite cumplir con nuestros compromisos dentro de la Alianza y mantener su unidad, sin necesidad de elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB", declaró Sánchez en una intervención urgente desde el Palacio de La Moncloa.
Uno de los principales puntos de debate para la cumbre de la OTAN que se celebrará esta semana en La Haya era precisamente que cada país elevara su gasto en defensa hasta el 5% del PIB. España, sin embargo, mostró su desacuerdo públicamente el pasado jueves, anticipando que no apoyaría una decisión que requería consenso.
Como fruto de las negociaciones más recientes, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha enviado una carta a Sánchez en la que confirma que se concederá a España cierta flexibilidad en el nivel de gasto, siempre que cumpla con las metas estratégicas en términos de personal, medios e infraestructuras que aporte a la Alianza. "España deberá destinar en torno al 2,1% de su PIB a defensa para cumplir con todo lo que la OTAN nos ha solicitado", explicó el presidente, remarcando que será "el 2,1%, ni más ni menos".
Sánchez recordó que desde su llegada al Gobierno en 2018, el gasto militar se ha incrementado progresivamente, pasando del 0,9% del PIB en ese año al 2% en 2024, gracias al plan de modernización acelerado para alcanzar una meta inicialmente fijada para 2029, presionado por el contexto internacional y los socios aliados.
Aun así, ha insistido en que comprometerse con un gasto del 5% no es razonable para España, calificándolo de "desmesurado e innecesario". Según sus cálculos, alcanzar ese umbral significaría multiplicar por más de dos el presupuesto anual para defensa, pasando de unos 33.000 millones a 80.000 millones de euros.
En total, ese aumento representaría un gasto acumulado de 350.000 millones de euros adicionales hasta 2035. Sánchez ilustró lo que supondría ese esfuerzo económico: equivaldría a subir los impuestos 3.000 euros por trabajador, eliminar las prestaciones por desempleo, maternidad y enfermedad, recortar un 40% las pensiones o reducir a la mitad la inversión pública en educación desde la etapa infantil hasta la universidad.
"Como nación soberana, decidimos no seguir ese camino", afirmó el presidente, señalando que España ha optado por buscar un equilibrio entre el refuerzo de la seguridad y defensa, y la atención a los retos sociales, económicos y medioambientales que enfrenta tanto el país como el mundo.
Anticipándose a las críticas, Sánchez dijo que España continúa plenamente integrada en el consenso de la OTAN y protegida por su artículo 5, que establece que un ataque contra un miembro será considerado una agresión contra toda la Alianza. Además, recalcó que el acuerdo alcanzado permite desbloquear la negociación de cara a la próxima cumbre en La Haya.