(El Economista, 12-09-2025) | Fiscal
"Desconocimiento" y "simplificación excesiva". Así califican los inspectores de Hacienda la iniciativa de ERC para que la Generalitat asuma la gestión del IRPF en Cataluña. La propuesta de modificación de la LOFCA, presentada por los republicanos en el Congreso, busca que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) concentre la recaudación de este impuesto en lugar de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Esto supondría, además, el traspaso de buena parte de los funcionarios del Estado destinados en la comunidad, algo que genera un fuerte rechazo entre ellos.
Desde el entorno de ERC aseguran que su intención es incorporar "a todos los inspectores que trabajan en el IRPF" en Cataluña, junto con los recursos materiales y tecnológicos necesarios. Estos aspectos se debatirían en la comisión bilateral Generalitat-Estado si la iniciativa lograra avanzar en la Cámara Baja.
Para José María Peláez, portavoz de los Inspectores de Hacienda del Estado (IHE), se trata de una pretensión marcada por la "falta de conocimiento" y la "ingenuidad". Explica que gestionar el IRPF no se limita a la atención de la Campaña de la Renta entre abril y junio, sino que incluye revisiones posteriores, tareas de comprobación e inspección que implican a un volumen de personal mucho mayor. "Es como si se traspasara la gestión de Barajas y solo se pidieran los controladores aéreos. Son imprescindibles, sí, pero sin personal en tierra o seguridad, los aviones no despegan", ejemplifica.
Peláez subraya también que los inspectores no trabajan de manera compartimentada, como parece plantear ERC, y que, aun si se transfiriera a todo el personal, el gran obstáculo radica en los sistemas informáticos y las bases de datos centralizadas que maneja la AEAT. Estas aplicaciones se actualizan constantemente y permiten, por ejemplo, que cada año se realicen alrededor de 12 millones de devoluciones automáticas en cuestión de semanas, gracias a filtros y cruces masivos de información. Algo que, según los inspectores, la ATC no podría reproducir por carecer de la experiencia, los medios y el histórico de información de los contribuyentes.
"Si solo fueran recursos humanos, se podría discutir. Pero hablamos de aplicaciones informáticas y de acceso a datos altamente sensibles y complejos. Todo está interconectado", señala el portavoz, quien recuerda además que el cuerpo se opone frontalmente a un traspaso forzoso. "No somos moneda de cambio. Gestionar impuestos no es como conducir trenes", recalca en alusión al reciente traspaso de Rodalies.
Por ahora, la propuesta de ERC no cuenta con el respaldo asegurado de PSOE, Sumar y Junts per Catalunya, aunque el pacto de investidura entre socialistas y republicanos ya contemplaba el refuerzo de la Hacienda catalana. La asunción de la gestión del IRPF sería, de hecho, el primer gran paso en esa dirección.