(Cinco Días, 26-05-2025) | Laboral
La desigualdad de género en el ámbito laboral, es decir, la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres que realizan trabajos comparables, continúa siendo un problema en España que afecta negativamente a las mujeres. No obstante, esta brecha salarial se ha reducido en 5,9 puntos porcentuales en los últimos 20 años, situándose actualmente en un 15,9%. Uno de los factores que ha influido en esta reducción es la tendencia de muchas mujeres a orientarse hacia determinados sectores profesionales, que aún están alejados del ámbito tecnológico. Así lo revela el Observatorio Trimestral del Mercado de Trabajo, presentado por Fedea, que incluye un análisis específico sobre la evolución de las desigualdades laborales entre hombres y mujeres desde 2002 hasta 2025.
"A pesar de que se ha producido una mejora, las mujeres continúan percibiendo salarios inferiores a los de los hombres, incluso si se tienen en cuenta variables como la edad, el nivel educativo, el tipo de contrato o jornada, el sector de actividad o el tamaño de la empresa", explica el estudio elaborado por José-Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de Fedea. Cuando se comparan perfiles laborales equivalentes, los datos muestran una brecha salarial ajustada que ha bajado del 18,7% al 12%, una reducción de 6,7 puntos.
Claudia Hupkau, profesora asociada del CUNEF, expuso durante el acto de presentación que "una mujer con la misma formación, en el mismo sector y desempeñando un puesto similar en la misma empresa, gana de media unos 3.500 euros anuales menos que su homólogo masculino". Además, apuntó que, si no se consideran los factores de ajuste, la diferencia salarial es el doble.
El estudio también señala que esta desigualdad se reduce ligeramente en función de la edad. Entre los jóvenes, el desfase salarial ajustado se sitúa en torno al 4%, mientras que entre las personas mayores de 59 años supera el 15%. En cuanto a la formación, tampoco parece ser un factor determinante para eliminar la desigualdad: en 2022, la brecha superaba el 11% en todos los niveles educativos.
En relación con la antigüedad en el puesto de trabajo, también se observa un aumento de la brecha con los años: en 2022, las personas con más de siete años en la empresa sufrían una diferencia salarial del 14%, frente al 7,8% entre quienes llevaban menos de un año.
Una de las áreas donde se aprecia con claridad esta desigualdad es en el empleo a tiempo parcial no deseado, en el que predominan las mujeres. "Casi el 70% de los empleados a tiempo parcial son mujeres, y la diferencia salarial en este grupo alcanza el 9,6%", detalla el documento.
Según Hupkau, esta persistente desigualdad responde, en parte, a patrones de comportamiento distintos entre hombres y mujeres. Muchas mujeres continúan eligiendo profesiones vinculadas a sectores como el sanitario, mientras que su presencia es mucho menor en campos tradicionalmente masculinos, como los relacionados con las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
"La realidad es que las mujeres tienden a ocupar empleos menos remunerados que los hombres. Incluso en áreas donde ellas son mayoría y los salarios son elevados, como la medicina, ellas siguen ganando menos", explicó la experta. El informe subraya que las mujeres están sobrerrepresentadas en sectores como la sanidad, la educación o los servicios domésticos, y tienen escasa presencia en ámbitos como la construcción, el transporte o la industria extractiva.
Esta preferencia por ciertos sectores, que aún refleja patrones culturales y sociales arraigados, da lugar a una marcada "segregación ocupacional". Según el estudio, para alcanzar una distribución equilibrada entre géneros, más del 25% de las mujeres tendría que cambiar de ocupación. Esto indica que se requieren transformaciones profundas en el acceso y la orientación laboral para corregir esta desigualdad estructural.