(Cinco Días, 08-10-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Las tensiones que afectan actualmente al mercado de deuda francés no se están extendiendo al resto de la zona euro. En el caso de España, la mayor estabilidad política, las mejores perspectivas económicas y la reciente mejora de su calificación crediticia por parte de las agencias de rating han permitido al Tesoro Público continuar con su programa de financiación sin contratiempos.
Apenas una semana después de que el Gobierno anunciara una reducción de las necesidades de financiación en 5.000 millones de euros, el organismo dirigido por Paula Conthe ha logrado captar 5.632 millones de euros en letras del Tesoro a seis y doce meses. La expectativa de que el Banco Central Europeo (BCE) haya alcanzado ya su tipo de interés neutral -aquel que no estimula ni frena la economía- ha contribuido a estabilizar los rendimientos. En concreto, el interés de las letras a un año ha vuelto a situarse cerca del 2%, un nivel que no se observaba desde abril.
Aunque se ha producido un leve repunte, las rentabilidades continúan muy por debajo de los máximos alcanzados hace dos años, cuando el BCE aceleraba las subidas de tipos para controlar la inflación. Aun así, el interés por la deuda española sigue siendo alto: la última subasta del Tesoro registró una demanda total de 9.790 millones, casi el doble del importe adjudicado.
La mayor parte de la emisión ha correspondido a las letras a 12 meses, con 3.820,1 millones adjudicados y un interés marginal del 2,021%, ligeramente superior al 1,996% de la subasta anterior y el más alto desde abril. Este aumento de los rendimientos ha reactivado el interés de los pequeños inversores, cuyas peticiones no competitivas sumaron 797,25 millones, una cifra similar a la de meses anteriores.
El resto, 1.812,02 millones, se ha colocado en letras a seis meses. En este caso, los rendimientos han bajado ligeramente hasta el 1,958%, aunque el descenso ha sido más moderado que en subastas previas, cuando el mercado anticipaba una reducción más agresiva de los tipos de interés. Pese a ello, la deuda española sigue despertando fuerte demanda, con peticiones no competitivas superiores a 1.043 millones.
El regreso del verano ha traído buenas noticias para la economía española. La solidez del empleo y las revisiones al alza del crecimiento han permitido al Tesoro reducir la emisión neta de deuda en 5.000 millones de euros. Mientras otros países europeos planean incrementar su endeudamiento para financiar el gasto en defensa, España aprovecha su margen fiscal para reforzar su compromiso con la consolidación presupuestaria. Con este ajuste, la emisión neta prevista para 2025 se situará en 55.000 millones de euros, igual que el año pasado.
Con casi el 90% del plan de financiación ya ejecutado, los analistas dan por hecho que el Tesoro cerrará el ejercicio con las emisiones ordinarias del calendario, descartando la habitual operación sindicada que solía realizar tras el verano. En años anteriores, estas operaciones especiales se centraron en bonos singulares, como el bono verde emitido en 2021 o la deuda a 12 años ligada a la inflación colocada en 2024.
Hasta ahora, en 2025, el Tesoro ha llevado a cabo tres emisiones sindicadas: dos bonos a diez años -una al inicio del ejercicio y otra en primavera- y una a quince años en febrero, con las que ha obtenido en conjunto alrededor de 35.000 millones de euros.