(El Economista, 05-11-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Desde la salida a bolsa de Aena en 2015, España no ha vuelto a ver una oferta pública de venta (OPV) que contemple un tramo específico para los inversores minoristas. En los últimos años, tanto las grandes como las pequeñas operaciones bursátiles han estado reservadas exclusivamente para inversores institucionales. Incluso el debut más destacado, el de Puig -la mayor salida a bolsa de Europa en 2024-, se dirigió únicamente a inversores cualificados. Lo mismo ocurrió con la reciente operación de Hotelbeds, que también dejó fuera al público particular.

Al no existir un tramo destinado a los inversores retail, estos solo pueden participar una vez que las acciones ya cotizan en el mercado secundario. Sin embargo, después de casi una década sin contar con este tipo de participación, casi el 80% de las empresas españolas cotizadas considera que las OPV deberían volver a incluir un tramo minorista, según una encuesta de Evercom a la que ha tenido acceso elEconomista.es. Concretamente, el 77% de las compañías opina que es necesario incorporar este segmento "por el bien del mercado y de la propia empresa cotizada". En el sondeo participaron responsables de relaciones con inversores y otros directivos de firmas del Ibex 35, del Mercado Continuo y de BME Growth. Este porcentaje supone un aumento de 20 puntos respecto a la encuesta de 2024. Además, el 89% de las empresas considera "muy relevante" la presencia de pequeños inversores en el accionariado, ya que contribuyen significativamente a la liquidez de las acciones.

El caso de Aena es el último ejemplo de éxito en este sentido: en 2015 destinó un 5,7% del capital a los inversores minoristas, y la demanda superó con creces las expectativas, cuadruplicando la oferta disponible. Desde entonces, este modelo no se ha repetido, aunque el debate sobre el regreso del pequeño inversor a los mercados sigue muy presente.

Juan Flames, consejero delegado de BME (Bolsas y Mercados Españoles) -integrada en el grupo suizo Six-, lo resumía así durante un evento organizado por elEconomista.es: "En BME creemos fundamental que los ciudadanos vuelvan a la bolsa. Debemos recuperar al inversor minorista, como ocurrió en los años noventa con el boom de los fondtesoros y las privatizaciones, cuando los particulares llegaron a absorber el 38% del volumen colocado". Ese llamado "capitalismo popular" ha perdido fuerza con los años, pero el mercado reclama su regreso.

No obstante, abrir las OPV a los particulares implica requisitos regulatorios más exigentes, que pueden alargar y complicar el proceso. Estas normas buscan proteger al pequeño inversor, sobre todo tras el caso Bankia, que marcó un punto de inflexión en España en cuanto al acceso de los minoristas a las salidas a bolsa.

Aun así, no existe ninguna restricción legal que impida reservar un tramo minorista junto al institucional, según explica Ángel Benito, director general de Mercados de la CNMV. "Los ejemplos de Aena o de las antiguas privatizaciones demuestran que funciona", señala. En su opinión, el inversor minorista "debe volver a participar en las salidas a bolsa, ya que, una vez las empresas cotizan, estos acaban comprando igualmente las acciones".

Por su parte, Lola Solana, presidenta del Instituto Español de Analistas, resume el dilema de forma clara: "Se ha protegido tanto al pequeño inversor que, al final, se le ha dejado fuera del mercado." Actualmente, el peso de los particulares en la bolsa española se encuentra en su nivel más bajo en 32 años. Según datos del Servicio de Estudios de BME con cierre en 2024, los hogares poseen solo un 15,8% del total de la capitalización, frente al 16,4% del año anterior. El informe destaca que ni siquiera las fuertes subidas bursátiles de los últimos tres años en Europa y España han conseguido frenar la caída de la participación de las familias en el accionariado de las empresas cotizadas desde 2020.

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