(Cinco Días, 27-11-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Las compañías españolas han incrementado su actividad de obtención de financiación hasta alcanzar los 16.000 millones de euros en el primer semestre del año, según las estimaciones de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME), de la que forman parte entidades como BBVA, Santander, CaixaBank y BME. La cifra marca un máximo histórico y representa un avance del 6% respecto al mismo periodo del año anterior.

No obstante, el comportamiento varía considerablemente según el tipo de instrumento empleado. Las emisiones de deuda de alto rendimiento -o high yield, con calificación BB o inferior- se han disparado un 42%, hasta los 4.000 millones de euros. En contraste, la financiación obtenida a través del mercado bursátil se ha desplomado: las salidas a Bolsa se hundieron un 49%, hasta 800 millones, y las ampliaciones de capital descendieron un 31%, hasta 400 millones. La mayor parte del volumen captado procede de las emisiones de deuda con grado de inversión, que crecieron un 3% y sumaron 10.800 millones de euros.

En conjunto, solo el 7% de la financiación de las empresas no financieras españolas provino de los mercados de capitales (acciones y bonos), un porcentaje prácticamente igual al registrado en el mismo periodo de 2024. Esta proporción está muy por debajo de la media de la UE (13%), así como de la del Reino Unido (29,8%) y Estados Unidos (29,8%). Diversos informes, como los elaborados por Enrico Letta y Mario Draghi, han instado a los países europeos a promover un mayor uso de los mercados de capitales para reducir la excesiva dependencia del crédito bancario y hacer el acceso a la financiación menos vulnerable a los ciclos económicos.

"El informe muestra avances en el acceso al capital para las empresas españolas, que recurren cada vez más al mercado de deuda, pero también evidencia el estancamiento del mercado de renta variable y la necesidad de impulsar la financiación mediante capital", señaló Adam Farkas, director general de AFME. El documento también subraya que los hogares españoles destinan pocos recursos a los mercados financieros: en 2025, el equivalente al 66% del PIB estaba invertido en acciones, bonos, fondos de inversión y productos de seguro o pensiones, un nivel muy inferior al promedio europeo (94%) y al de países como Dinamarca (194%) o Países Bajos (164%).

El informe también destaca el giro en la estrategia de financiación de los unicornios europeos -compañías valoradas en más de 1.000 millones de dólares-, que han dejado de mirar a la Bolsa. Más del 70% de los unicornios surgidos en 2016 salieron a cotizar en los cuatro años siguientes (un 55% en mercados europeos y un 15% en Estados Unidos), mientras que únicamente el 18% permaneció en manos privadas. Sin embargo, en 2025, el 90% de los unicornios creados en 2021 seguían sin cotizar. Una tendencia similar se observa en Estados Unidos, pese a su mayor dinamismo bursátil. "Este patrón muestra una creciente dependencia de los mercados privados para la financiación a largo plazo", concluye AFME.

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