(El Economista, 23-09-2024) | Laboral
El enfriamiento del mercado laboral al inicio del verano no ha evitado que el número de bajas por dimisión en la Seguridad Social alcanzara un nuevo máximo histórico, con 289.919 en junio, lo que equivale a una media de 14.496 por cada día laborable. Esto eleva el total acumulado en el primer semestre de 2024 a 1,38 millones, un 2,7% más que el año anterior.
Aunque el aumento en la primera mitad del año es más moderado en comparación con los años previos (en el mismo periodo de 2022 hubo un incremento del 54,3% y en 2023 del 7,8%), desafía las expectativas de que 2024 sería un año de corrección en estas cifras. De hecho, en febrero y mayo se observaron los primeros descensos interanuales desde marzo de 2021. Esto seguía la tendencia de otros países, como Estados Unidos, donde la incertidumbre económica ha frenado las renuncias. Sin embargo, los datos de junio en España indican que este fenómeno aún tiene margen.
El fenómeno de la "Gran Renuncia" en Estados Unidos y las dificultades para encontrar mano de obra en las principales economías europeas tras la pandemia han llevado a situar lo ocurrido en España dentro de un fenómeno global. No obstante, la situación española tiene una particularidad: una tasa de paro del 11,27%, lo que genera sorpresa ante el hecho de que las dimisiones hayan aumentado un 78,9% respecto a 2021 y un 40% respecto a los niveles anteriores a la pandemia.
Este fenómeno sigue siendo un enigma, especialmente ante la falta de estadísticas laborales específicas sobre las renuncias. Los únicos datos disponibles provienen de las bajas de afiliación que recopila la Tesorería General de la Seguridad Social, que publica cifras mensuales y medias diarias, así como de la Muestra Continua de Vidas Laborales, bases de datos cuyo análisis es complejo y limitado a expertos.
Desde hace casi tres años, los especialistas intentan explicar este fenómeno, que parece tener dos causas principales: por un lado, la fuerte recuperación de la actividad y el empleo, que ha generado mayores oportunidades laborales y mejoras salariales tras la pandemia. Por otro lado, está la reforma laboral.
¿Se puede afirmar que la reforma de 2021 ha impulsado las dimisiones? No necesariamente, pero ha modificado la composición de las mismas, lo que ha llevado a un cambio significativo en sus características. En los primeros seis meses de 2019, se registraron un millón de dimisiones (1.00.959 exactamente), una cifra que ahora es un 40% menor que las registradas en el mismo periodo de 2024.
Hace cinco años, el 36,7% de las dimisiones correspondían a contratos indefinidos y el 61,3% a temporales (el 2,04% restante no especificaba el tipo de contrato). En 2024, estas cifras se han invertido drásticamente: un 76,7% de las renuncias son de contratos indefinidos y el 20,9% de temporales. Las dimisiones de indefinidos han aumentado un 189% en comparación con 2019, alcanzando los 1,06 millones en 2024, mientras que las renuncias de temporales han disminuido un 52%, situándose en 290.531.