(Expansión, 12-03-2025) | Fiscal

La Unión Europea recorrió ayer los primeros pasos de su hoja de ruta para la reducción de las cargas burocráticas y fiscales de las empresas, como parte de su nueva estrategia de mejora de la competitividad. En este sentido, los ministros de Economía y Finanzas de Los Veintisiete acordaron simplificar las declaraciones fiscales asociadas al nuevo impuesto mínimo global para multinacionales, que la UE sigue decidida a aplicar tras el abandono de EEUU del pacto internacional, propiciado por Donald Trump. En paralelo, la Comisión Europea les presentó un primer paquete ómnibus de propuestas para reducir la carga administrativa que soportan las compañías.

"Sabemos que para financiar las crecientes necesidades en términos de Defensa, necesitamos crear una economía europea fuerte y por eso hemos tenido un debate político muy exhaustivo sobre competitividad, simplificación y mejora del entorno empresarial en Europa", explicó ayer Andrzej Domaski, ministro de Economía de Polonia (que ocupa este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE), tras la reunión mantenida con sus homólogos europeos en el Ecofin.

Así, en primer lugar, los ministros acordaron simplificar las obligaciones de información ligadas al llamado Pilar 2 de la OCDE, el impuesto mínimo global del 15% para compañías con una facturación anual de al menos 750 millones de euros. Los Veintisiete pactaron modificar la directiva europea de cooperación administrativa en materia de fiscalidad (DAC9) para fijar un "formulario estándar" que facilite la aplicación del tipo mínimo global y reforzar el intercambio de información entre sus autoridades tributarias.

"Las compañías tendrán un formato único para trasladar la información relevante y las autoridades tributarias de los Estados miembros cooperarán de manera cercana para intercambiar la información. Esto simplificará significativamente el proceso y reducirá la carga administrativa tanto para las autoridades fiscales como para las empresas", destacó el ministro polaco.

En aplicación de la directiva europea vigente, las grandes compañías que operan en Europa deberán comenzar a presentar informes detallando su factura tributaria en cada país ante cada autoridad tributaria nacional, comenzando por los datos del ejercicio 2025, que se entregarán en el primer semestre de 2026. La propia Comisión Europea admitió que este requerimiento "puede ser complicado y consumir demasiado tiempo", motivo por el cual promovió la reforma aprobada ayer por Los Veintisiete, que implica que las multinacionales podrán centralizar la comunicación de los datos fiscales para todo el grupo a través de un único formulario. La medida, en todo caso, debe ser trasladada ahora la regulación nacional de cada país antes de final de año.

En paralelo, la Comisión Europea impulsó ayer un primer paquete de medidas de simplificación de las cargas administrativas que, para empezar, retrasa dos años la aplicación de las nuevas obligaciones informativas de la directiva sobre sostenibilidad para las empresas, liberando de esta nueva carga al 80% de ellas, explicó el comisario de economía, Valdis Dombrovskis.

Además, la Comisión impulsó la simplificación del impuesto fronterizo que supone el llamado Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera, limitando las obligaciones para 182.000 importadores, el 90% de los cuales son pymes, explicó el comisario.

Los 27 ministros de Economía de la Unión Europea acuerdan un modelo único de declaración para las empresas sujetas al impuesto mínimo global del 15% y refuerzan su cooperación.

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