(El País, 14-05-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La renta real de los hogares en España cerró 2024 consolidando su tendencia de crecimiento, con un avance del 3,5% en el conjunto del año, según los datos más recientes de la OCDE publicados este martes. Este incremento casi duplica la media del organismo, situada en el 1,8%, y coloca a España como el segundo país con mayor aumento, solo por detrás de Portugal (6,7%). No obstante, el ritmo de crecimiento fue algo menor que en 2023 (cuando subió un 3,7%) debido al estancamiento registrado en el último trimestre, que cerró con una evolución nula.
Los datos, elaborados por la OCDE desde París, miden los ingresos netos de las familias -es decir, descontados impuestos e inflación- e incluyen las prestaciones sociales como las pensiones. Ya en el tercer trimestre de 2023, España había liderado el crecimiento trimestral dentro del club, con un 2,2%, gracias sobre todo al aumento de los ingresos derivados de la propiedad: rentas por alquileres, dividendos o intereses, que han ido ganando peso en la renta total de los hogares.
Dentro de esta categoría se encuentran los ingresos por arrendamientos, cuyo coste ha alcanzado máximos históricos. El encarecimiento del mercado inmobiliario -también en el caso de la compraventa- responde, en parte, a una fuerte demanda reactivada tras la pandemia y a la limitada oferta de viviendas disponibles, especialmente en el caso español. También se incluyen los beneficios obtenidos por acciones, depósitos y otras inversiones. En conjunto, los rendimientos del capital bruto superaron los 90.000 millones de euros en 2024, un aumento superior al 20% respecto al año anterior.
Aunque la OCDE no detalla los factores específicos que han impulsado la renta real en cada país, otros elementos que probablemente influyeron en España fueron las subidas salariales y de las prestaciones sociales. En 2024, el salario mínimo aumentó un 5%; las pensiones, un 3,8%; y el sueldo de los empleados públicos, un 2%. Además, las empresas han seguido ajustando las nóminas al alza para compensar el deterioro del poder adquisitivo provocado por la inflación, con una subida media del 3,1% en los convenios colectivos.
El informe también refleja el impacto que ha tenido la inflación en los últimos años. Tras la pandemia y la guerra de Ucrania, los precios se dispararon: en 2022, España registró una inflación del 8,3%, lo que provocó una caída del 2% en la renta real de los hogares. Con la desaceleración de los precios en 2024, la situación se ha estabilizado. Tal como apunta la OCDE en su nota, "el aumento anual de la renta familiar real per cápita en la mayoría de los países se produjo en un contexto de inflación más moderada que el año anterior".
La renta disponible analizada por la OCDE incluye tanto los ingresos del trabajo como de la actividad empresarial, inversiones, pensiones y otras ayudas sociales, y representa la suma del consumo final y el ahorro de los hogares. En España, la subida ha sido ligeramente inferior a la de 2023, con un descenso de unas dos décimas, mientras que en el conjunto de la OCDE se incrementó una décima, pasando del 1,7% en 2023 al 1,8% en 2024.
La mayoría de los países registraron avances, aunque con notables diferencias entre ellos. De los 19 Estados con datos disponibles, solo Australia (con una caída de algo más de un punto) y Bélgica (cuatro décimas menos) mostraron descensos interanuales. El repunte más elevado fue el de Portugal, que la OCDE atribuye a un aumento en las remuneraciones y una reducción de la carga impositiva.
Si se observan solo los resultados del cuarto trimestre de 2024, siete países -entre ellos Alemania, Italia y Chile- experimentaron una caída en la renta real de los hogares. En total, 9 países tuvieron incrementos, 7 sufrieron descensos y 3 permanecieron sin cambios. Dentro del G7, solo Estados Unidos y el Reino Unido lograron cerrar el periodo con un crecimiento del ingreso real per cápita.