(El Economista, 15-09-2025) | Laboral
La reincorporación al trabajo tras las vacaciones de verano suele ser uno de los momentos más difíciles para muchos empleados. Volver a la rutina y asumir de nuevo las responsabilidades después de un periodo prolongado de descanso puede provocar una caída de hasta el 30% en la productividad, a causa del conocido síndrome postvacacional, según confirma Factorial.
El Hospital Vithas de Valencia detalla que es habitual que aparezcan síntomas como apatía, falta de concentración, cansancio -presente en más de la mitad de los casos-, ansiedad, alteraciones del sueño e incluso, en situaciones más severas, taquicardias o dolores de cabeza. Aunque lo más común es que estas molestias duren solo unos días, uno de cada tres afectados arrastra síntomas durante al menos dos semanas, lo que repercute de forma prolongada en la motivación y el rendimiento de los trabajadores.
Este fenómeno, cada vez más frecuente, afecta aproximadamente al 40% de los españoles, con mayor incidencia en mujeres, de acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC). Pero sus consecuencias no se limitan al plano personal: durante las primeras semanas de reincorporación, la productividad puede descender hasta un 30%, impactando directamente en las empresas.
Además, el síndrome postvacacional puede derivar en un aumento del absentismo y en más errores en las tareas, lo que se traduce en mayores costes para las compañías. "En un entorno con alta rotación laboral -que en algunos sectores supera el 120% anual- y escasez de talento, cuidar el bienestar de los empleados debe ser una prioridad estratégica", afirma Nacho Travesí, CRO y cofundador de Orbio.
Para abordar esta situación, Orbio, empresa especializada en aplicar inteligencia artificial a la gestión de recursos humanos, ha creado un sistema de agentes de IA que detecta señales tempranas de desmotivación y sugiere medidas personalizadas para facilitar el regreso al trabajo. Estas herramientas realizan encuestas tras las vacaciones, analizan el tono de la comunicación interna para identificar estrés o apatía, y observan patrones de absentismo o de bajada de rendimiento en equipos específicos.
Con esta información, la plataforma recomienda acciones como ajustes de horarios, fórmulas de teletrabajo parcial, pausas activas, programas de bienestar o mejoras en el transporte, adaptando cada propuesta a las características del equipo. "El gran valor de la IA es su capacidad de ofrecer acompañamiento continuo y a gran escala. Nuestros agentes no solo detectan problemas, sino que actúan de manera proactiva para mejorar la experiencia del empleado y fortalecer su compromiso", concluye Travesí.