(Cinco Días, 22-10-2024) | Mercantil, civil y administrativo
Las empresas familiares ven el futuro económico de España con optimismo, pero consideran esencial evitar cambios regulatorios y asegurar la estabilidad jurídica para no comprometer el ciclo positivo que la economía ha experimentado desde el fin de la pandemia. Esta postura se reflejó en una encuesta interactiva realizada durante la primera jornada del XVII Congreso de la Empresa Familiar, organizado por el Instituto de la Empresa Familiar y patrocinado por Santander y KPMG. El evento, celebrado en Santander, reunió a 100 de las mayores empresas familiares del país, como Santander, Acciona, Puig, Mercadona, Gestamp, Iberostar y Barceló, así como a algunas de las 1.800 pymes que forman parte de la red del IEF. En conjunto, estas empresas representan alrededor del 30% del PIB español.
Los quinientos empresarios que participaron presencialmente en la encuesta valoraron la situación económica actual de España con una puntuación de 5,5 sobre 9, la más alta desde 2018. Este optimismo se debe a las buenas expectativas macroeconómicas que proyectan para 2024, ya que el 59% de los encuestados prevé que la economía española continuará creciendo, con un moderado aumento de la actividad y una limitada creación neta de empleo. Este porcentaje representa un incremento de 16 puntos en comparación con la edición anterior del congreso y es la cifra más alta desde 2017, cuando el 82% mostró una opinión similar.
Las previsiones son aún más positivas en lo que respecta a las ventas y el empleo para el próximo año. El 60% de los encuestados espera un aumento en su volumen de negocio (10 puntos más que en 2023), el 31% cree que se mantendrá estable, y solo el 9% anticipa una reducción (5 puntos menos que el año anterior). En cuanto a la creación de empleo, el 42% de las empresas espera aumentarlo (5 puntos más que en 2023), el 48% prevé mantenerlo y solo el 10% estima una disminución.
Durante la inauguración del XXVII Congreso del Instituto de la Empresa Familiar, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, destacó la importancia de las empresas familiares en el tejido industrial de España, señalando que representan cerca del 90% de las compañías del país, y que el 29% de estas son empresas industriales. En su discurso, Hereu hizo un llamamiento a fortalecer la colaboración público-privada para seguir impulsando la transformación digital y ecológica de la economía española. "La empresa debe ser, y es, un motor de cambio y transformación social y económica", subrayó.
A pesar de la ausencia del presidente Pedro Sánchez, quien no asistió al evento tras reconciliarse con el sector empresarial en 2024 luego de seis años de ausencia, el auditorio no mostró desaprobación. Ignacio Rivera, presidente del IEF, centró su intervención en elogiar el papel clave de las empresas familiares en el tejido industrial del país, destacando su enfoque a largo plazo, su impacto positivo en la sociedad y su compromiso con la preservación del empleo y la satisfacción del cliente.
En su intervención, Hereu también anunció que su ministerio publicará una resolución este martes sobre ayudas de 300 millones de euros para la compensación de costes indirectos de CO2, beneficiando a más de 200 empresas electrointensivas. Este programa de ayudas, que ha distribuido 900 millones de euros desde 2019, está dirigido a sectores industriales con alto riesgo de "fuga de carbono".