(Expansión, 18-09-2024) | Fiscal
Incrementar la recaudación fiscal, ampliar la base imponible y anticiparse a una reducción en los ingresos provenientes de los impuestos al trabajo debido al envejecimiento de la población. Estas son, en resumen, las recomendaciones de la Comisión Europea recogidas en un informe del departamento de asuntos económicos y financieros. El estudio tiene como objetivo orientar las políticas fiscales de la Unión Europea (UE), coincidiendo con el inicio de un nuevo mandato de cinco años para la Comisión.
El informe destaca que la dependencia de Europa en los impuestos al trabajo generará presión sobre los ingresos fiscales a medida que la población envejezca. Además, resalta que el gasto público aumentará en áreas como la sanidad, los cuidados a largo plazo y las pensiones.
En este sentido, la Comisión Europea considera esencial encontrar "fuentes de ingresos alternativas para equilibrar los presupuestos". Se subraya, una vez más, la necesidad de gravar la economía digital para aumentar la recaudación. El documento señala que los sistemas fiscales tradicionales gravan los beneficios empresariales según su presencia física, un modelo que no refleja adecuadamente los ingresos de las empresas digitales.
Para Bruselas, la baja tributación de las empresas digitales sigue siendo un "problema" que solo será "parcialmente" resuelto para las grandes compañías (con ingresos superiores a 750 millones de euros) a través del acuerdo global que establece un impuesto mínimo del 15%, implementado en la UE con la Directiva del Pilar II.
Por otra parte, el informe también menciona que la evolución de los mercados laborales, impulsada por la automatización y la digitalización, representa un desafío para la sostenibilidad de los sistemas fiscales que dependen en gran medida de los ingresos derivados del trabajo. En consecuencia, se recomienda una mayor coordinación de las políticas fiscales y el intercambio de información para mejorar la eficiencia y fomentar la confianza en el sistema fiscal.
La Comisión Europea advierte que la falta de coordinación en las políticas fiscales entre los países puede generar lagunas y desajustes legales que facilitan la elusión y evasión fiscal por parte de empresas y particulares. Por el contrario, las políticas fiscales coordinadas pueden reducir las posibilidades de doble imposición o evasión fiscal. En esta línea, Bruselas aboga por un mayor intercambio de información fiscal entre los países de la Unión Europea, subrayando que dicha cooperación aumenta la transparencia y desincentiva las prácticas de evasión fiscal.
El informe también destaca la importancia de que las administraciones tributarias utilicen la tecnología para mejorar sus capacidades de análisis de riesgos, previsión y comunicación con los contribuyentes, lo que optimizaría la eficiencia del sistema fiscal. Otro punto clave en las propuestas de Bruselas es evitar la erosión de las bases imponibles. Para lograrlo, se sugieren varias medidas.
En primer lugar, se propone ampliar de manera sostenible la base imponible reduciendo las exenciones fiscales. Bruselas sugiere revisar las exenciones existentes, eliminarlas o reducirlas cuando hayan perdido su justificación política o beneficien únicamente a grupos específicos sin un impacto positivo para el conjunto de la sociedad. Para facilitar esta revisión, la Comisión señala que es fundamental contar con un informe exhaustivo de los gastos fiscales.
En segundo lugar, se recomienda una imposición "más rigurosa" sobre las rentas de capital. Actualmente, estas rentas suelen estar gravadas a tipos bajos o incluso exentas en algunos casos. Bruselas menciona que, en algunos países, la proporción de ingresos derivados del capital ha aumentado en detrimento de los ingresos por trabajo, aunque la distinción entre ambos tipos de renta puede ser a veces imprecisa. Como ejemplo, se sugiere la adopción generalizada de un impuesto sobre las rentas del capital personal, que no está implementado en todos los Estados miembros.