(Expansión, 06-10-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La banca acude a Bruselas con una factura simbólica bajo el brazo. Las asociaciones del sector y las principales entidades financieras mantienen conversaciones con la Comisión Europea sobre su plan para simplificar la normativa y solicitan que dicha simplificación se traduzca en la liberación de hasta 100.000 millones de euros actualmente inmovilizados por exigencias de capital. Esa es la cifra que las patronales bancarias han estimado como objetivo, equivalente al aumento registrado en los últimos cuatro años en los denominados colchones macroprudenciales y microprudenciales que las entidades están obligadas a mantener.

Estos mecanismos de protección, que van desde los requerimientos adicionales impuestos a los bancos sistémicos hasta los colchones anticíclicos activados cuando la economía se recalienta, se aplican como exigencias suplementarias a las normas internacionales de Basilea III. En este periodo, el volumen de estas exigencias ha crecido un 63%, precisamente en los 100.000 millones de euros cuya liberación reclama el sector dentro de la próxima reforma regulatoria. En total, los colchones adicionales ya superan los 270.000 millones de euros.

"Necesitamos previsibilidad y estabilidad en los requerimientos de capital. El incremento de los últimos años ha sido discrecional y nos impide conocer cuál es el límite", señala María Abascal, directora general de la AEB y presidenta del Comité Ejecutivo de la Federación Bancaria Europea. Desde la directiva bancaria se insta a los líderes de la UE a priorizar el crecimiento y la competitividad del bloque, y se pide que cada sector pueda desarrollar su potencial "sin estar restringido por cargas que, en muchos casos, resultan redundantes", como consideran que sucede en la banca.

El sector argumenta en Bruselas que otras regiones, como Estados Unidos, ni siquiera aplican plenamente los estándares de Basilea, mientras que la Unión Europea impone a sus bancos exigencias de capital mucho más elevadas. Según defienden, esto genera una desventaja competitiva frente a sus rivales internacionales.

"Hace tiempo que comprobamos que una ratio de capital superior al 15% es suficiente para garantizar la solvencia y solidez de una entidad, pero, pese a ello, las exigencias siguen aumentando año tras año", indican fuentes financieras que participan en el debate en Bruselas. Añaden que, cuando no es el Banco Central Europeo el que eleva los requisitos, lo hacen las autoridades nacionales. Los bancos consideran que se ha vuelto una práctica habitual responder a cualquier preocupación supervisora con mayores exigencias de capital, cuando existen otras herramientas más eficaces para gestionar los riesgos del sistema financiero.

Según datos recogidos en un informe de la asociación GARP, que la Federación Bancaria Europea presenta en sus reuniones con las instituciones comunitarias, liberar los fondos retenidos en los colchones adicionales permitiría incrementar el crédito en la zona euro desde 2,7 hasta 4,1 billones de euros. De esta manera, las entidades presionan a Bruselas en un momento en que el bloque necesita reforzar su capacidad de financiación para afrontar retos como la inversión en defensa.

Aun así, pese a la firmeza del sector, la negociación para reducir las exigencias de capital se prevé compleja. Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo y responsable del grupo de trabajo sobre simplificación regulatoria, recordó que "se fijaron algunas líneas rojas, y la principal es que las ratios de capital no deben reducirse".

Según De Guindos, "la solvencia es esencial y esa fortaleza constituye una de las mayores ventajas del sistema bancario europeo frente a otras jurisdicciones". No obstante, reconoció que la estructura de capital actual es excesivamente compleja y podría simplificarse sin poner en riesgo los niveles de solvencia.

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