(Cinco Días, 17-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La banca europea está trabajando discretamente en un ambicioso acuerdo que permitiría realizar transferencias instantáneas y sin coste entre clientes de distintos países del continente. El objetivo es crear una especie de "Bizum europeo", accesible desde cualquier punto de la Unión Europea. Esta iniciativa, que podría materializarse el próximo año, representaría un primer paso hacia una mayor integración bancaria y sentaría las bases para un sistema de pagos europeo que compita directamente con gigantes como Visa y Mastercard, en consonancia con los avances del euro digital.

La idea de que un ciudadano español pueda enviar dinero al instante y gratis a alguien en Alemania, o un francés a un sueco, lleva tiempo sobre la mesa. Aunque no tiene el mismo peso político que completar la unión bancaria -aún bloqueada por las diferencias sobre un fondo común de garantía de depósitos-, sí está muy relacionada con el día a día de los ciudadanos. Durante años, el proyecto estuvo paralizado por las diferencias entre los propios bancos sobre cómo implementarlo.

En 2020, una veintena de entidades -incluyendo al Santander, BBVA y CaixaBank- impulsaron la llamada Iniciativa de Pagos Europea. Mientras que bancos franceses y alemanes apostaban por construir una única plataforma paneuropea, otros como los españoles preferían potenciar sus propios sistemas nacionales, ya consolidados, como Bizum. Estas discrepancias llevaron a que algunos miembros abandonaran el proyecto, que quedó temporalmente inactivo.

Sin embargo, en los últimos meses las negociaciones se han reanudado. En lugar de insistir en una única plataforma común, se está explorando un modelo de interoperabilidad entre los distintos sistemas ya existentes, mediante acuerdos que permitan conectar las plataformas a cambio del pago de una tarifa. Esta alternativa ha permitido avanzar en las conversaciones y salvar diferencias previas.

Un ejemplo de ello es la plataforma Wero, impulsada por bancos de Francia, Alemania, Bélgica y Países Bajos (como BNP Paribas, Société Générale, Deutsche Bank o ING), que unifica los servicios nacionales iDEAL, Giropay, Paylib y Payconiq. En abril, esta alianza hizo un llamado a otras plataformas europeas para colaborar y avanzar hacia la integración.

En paralelo, Santander ha tomado la delantera en el sur de Europa al firmar un acuerdo para conectar Bizum con la plataforma italiana Bancomat y la portuguesa MBWay. Esta iniciativa forma parte de la Asociación de Pagos Europea, que también agrupa a entidades de otros países como Grecia, los nórdicos y Polonia. La intención es sumar más bancos a este acuerdo y consolidar una posición sólida desde la cual avanzar hacia una integración completa.

Actualmente, se negocia un pacto entre los bloques del norte y del sur de Europa para que sus respectivas plataformas sean compatibles. El objetivo es cerrar el acuerdo en 2025, una vez resueltos los aspectos técnicos que implica la interconexión de estas aplicaciones de pago.

Aunque el primer paso es lograr transferencias gratuitas entre personas en distintos países, las entidades miran más allá: buscan construir un sistema europeo de pagos también válido para transacciones comerciales y empresariales. Bizum ya ha avanzado en esta línea desde la pandemia, y Wero planea abrirse a pagos online este verano y en tiendas físicas a partir de 2026.

El propósito final es reforzar la soberanía europea en el ámbito de los pagos, reduciendo la dependencia de operadores como Visa y Mastercard. Tanto el Banco Central Europeo como la Autoridad Bancaria Europea han insistido en la necesidad de crear una infraestructura propia que compita con estos gigantes estadounidenses. Este objetivo, sin embargo, se plantea como una segunda fase, que llegará una vez se consolide el sistema de pagos entre particulares.

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