(Expansión, 08-05-2024) | Mercantil, civil y administrativo
El resurgimiento del interés por comprar una propiedad se suma al persistente problema de la escasez de oferta en el mercado de venta, generando un escenario de aumento de precios. Cerca de 7,5 millones de personas, aproximadamente el 15% de la población española, residen en una de las nueve capitales de provincia donde el precio de la vivienda en venta ha alcanzado niveles históricos.
Los datos de Idealista muestran cómo, al cierre de abril, ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Palma de Mallorca, Alicante, San Sebastián, Cádiz y Pontevedra han registrado sus máximos históricos en cuanto al precio por metro cuadrado. Sin embargo, este porcentaje de población es solo una muestra de las dificultades que enfrentaría cualquier persona interesada en adquirir una vivienda, ya que los aumentos de precios son una tendencia generalizada en todo el país.
En contraste con la ligera disminución de precios en Vitoria, destacan los aumentos de dos dígitos en hasta diez capitales de provincia, la mayoría de ellas situadas en zonas costeras o grandes ciudades. Encabezando la lista de encarecimiento se encuentran Málaga (17,2%), Alicante (17,2%) y Valencia (15,5%), seguidas de Madrid (10,6%), Palma (9,8%), Sevilla (7,1%) y Barcelona (6,8%).
El precio medio por metro cuadrado en España ha alcanzado los 2.098 euros, un aumento del 6,9% respecto al año anterior, lo que indica que, a pesar de un año de menor actividad inmobiliaria, el costo de la vivienda ha subido casi tanto como en periodos de alta demanda. Este incremento se atribuye principalmente a la escasez de oferta de viviendas en venta, ya que la demanda sigue superando la oferta en la mayoría de las regiones del país.
Es importante destacar que los precios proporcionados por Idealista son los de venta, lo que refleja las expectativas de los vendedores más que los precios finales de las transacciones. Sin embargo, en un mercado inmobiliario dinámico como el actual, es menos probable que los descuentos sean significativos, ya que las propiedades tienden a venderse más rápidamente y los vendedores tienen menos incentivos para bajar los precios.