(El Periódico, 10-06-2024) | Mercantil, civil y administrativo
Los dos grandes partidos han logrado el 60% de los votos por primera vez en 15 años. Vox ha crecido a pesar de la aparición de Se acabó la fiesta, de Alvise Pérez, y la crisis en el espacio a la izquierda del PSOE le ha restado apoyos.
La principal conclusión de los resultados de la circunscripción española en las elecciones europeas celebradas este domingo es que la proporción de votos para la derecha es significativamente mayor que hace cinco años. No solo ha aumentado el PP, que ha pasado de 13 a 22 escaños con el 34,2% de los votos, sino que el espacio a su derecha también se ha ampliado con el avance de Vox, que crece de 4 a 6 escaños, y la aparición de Se acabó la fiesta, el partido de Alvise Pérez, que ha obtenido tres europarlamentarios.
A pesar de la transferencia de votos del PP a estas dos formaciones de extrema derecha, los populares se han beneficiado del declive de Cs, la principal fuerza liberal española con presencia en la Eurocámara. De este modo, el PP ha recuperado más que lo perdido, incluso a costa del PSOE.
Por otro lado, los socialistas no han perdido mucho terreno: han sufrido una reducción de dos puntos y medio en su porcentaje de votos y han retrocedido un escaño. Con Teresa Ribera como candidata, el PSOE ha logrado una recuperación moderada, aunque insuficiente. Tres meses atrás, las encuestas mostraban una diferencia de 12 puntos entre populares y socialistas, pero los resultados electorales la han reducido a solo cuatro.
El veredicto de las urnas en estos comicios europeos, muy influenciados por las principales figuras de la política nacional, no refleja un castigo severo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Así, los socialistas han logrado mantener su posición.
Sin embargo, ha surgido una brecha en comparación con los resultados de las generales del 23 de julio del año pasado: de una diferencia de 2,8 puntos a los cuatro actuales. En términos de votos, la distancia se ha ampliado de 330.000 a más de 700.000, con una participación 20 puntos inferior a la de las elecciones del año pasado.
Al final de la noche electoral, la candidata del PP, Dolors Montserrat, celebró que fue "un gran día para todos los españoles, porque el PP continuará defendiendo a los españoles en el Parlamento Europeo, y porque el PP de Alberto Núñez Feijóo suma otra victoria electoral". Feijóo, quien acompañó a Montserrat en la sede del partido en la calle Génova, destacó que "el PP ha vuelto a ganar unas elecciones. Los españoles nos han dado un triunfo contundente. Hemos dado la vuelta al marcador de las últimas elecciones europeas".
Por su parte, la socialista Teresa Ribera reconoció el resultado electoral del PP, aunque subrayó que las cifras muestran que el PP ha absorbido todos los diputados de Cs, lo que ha tenido un alto costo para la ciudadanía. Ribera criticó la polarización permanente y la adopción de un discurso de ultraderecha por parte del PP, señalando que la ultraderecha ahora tiene tres caras en lugar de dos, lo cual no es una buena noticia para la sociedad española.
Los resultados nacionales reflejan una tendencia similar a la observada en Europa. En términos ideológicos, es evidente el giro a la derecha del electorado, con un PP que casi ha duplicado sus resultados de hace cinco años y un espacio ampliado a su derecha. Esto también se observa en Europa, pero es insuficiente para evitar la probable reedición del pacto entre populares, socialistas y liberales. Este es el segundo paralelismo visible: en Europa, los dos grandes partidos siguen siendo centrales y cruciales, a pesar de la pérdida de escaños de los socialdemócratas. En España, no solo siguen siendo la principal elección de los votantes, sino que alcanzan niveles no vistos desde hace 15 años, casi llegando al 65% de los votos. El bipartidismo amenaza con resurgir tras una década de fuerte irrupción de otras fuerzas políticas tanto de izquierdas como de derechas y de centro.
Los comicios han dejado claro que hay dos grandes perjudicados, además de la debacle liberal de Cs: el espacio a la izquierda del PSOE, que atraviesa una severa crisis de identidad y sufre por su división. Sumar no logró una representación satisfactoria con solo tres diputados, lo que provocó que su líder, Yolanda Díaz, no se presentara la noche electoral. Mientras, Podemos se ha conformado con dos diputados y ha quedado por debajo tanto en votos como en representantes del partido de Alvise Pérez.