(El Periódico, 02-05-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La economía española parece mantener su solidez frente a la incertidumbre generada por la reciente guerra comercial iniciada por la administración de Donald Trump en Estados Unidos. Al menos, así lo interpreta el Gobierno español, que este miércoles ha revisado su cuadro macroeconómico sin alterar las previsiones de crecimiento para 2025 y 2026. Según el Ministerio de Economía, el PIB aumentará un 2,6% en 2025 y un 2,2% en 2026, exactamente las mismas cifras que se manejaban en febrero, antes del inicio del conflicto arancelario.
"El documento incorpora toda la información disponible hasta el momento, incluyendo las primeras evaluaciones sobre el impacto de los aranceles", señaló el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "La economía española sigue mostrando dinamismo y continuará liderando el crecimiento entre las principales economías del euro", añadió.
Cuerpo destacó que este impulso permite mantener intacta la previsión de crecimiento del 2,6% para este año. Los resultados del último trimestre de 2024, con un avance del 0,7% en la actividad económica, refuerzan esa percepción de fortaleza: "Nuestro modelo demuestra solidez incluso en un escenario global con crecientes tensiones".
De acuerdo con el ministro, hay dos pilares fundamentales que sostienen estas proyecciones: la demanda interna, en especial el consumo privado, y la inversión. En este sentido, se prevé que la formación bruta de capital fijo -indicador de la inversión- crezca un 5,1% en 2025. Aunque la guerra comercial restará una décima a la aportación del sector exterior al crecimiento, este efecto será compensado por el empuje del consumo, lo que evita tener que ajustar a la baja las previsiones.
En cuanto a las cuentas públicas, el Ejecutivo también mantiene sus estimaciones. El déficit fiscal se situó en el 2,8% del PIB en 2024 (o un 3,2% si se incluyen los costes derivados de la DANA en Valencia) y se prevé que baje al 2,5% en 2025 (2,8% con la DANA). Por su parte, la deuda pública, que alcanzó el 101,8% del PIB en 2024, se reducirá ligeramente hasta el 101,7% en 2025.
Estas proyecciones, según el Gobierno, refuerzan el papel de España como uno de los motores de crecimiento dentro de la eurozona, desmarcándose de la debilidad económica que afecta a otros países del bloque, como Alemania. En un entorno marcado por la ralentización general, España se perfila como una de las economías más dinámicas.
El crecimiento previsto del 2,6% para 2025, que se mantiene respecto a la última revisión, representa una mejora de dos décimas respecto a los cálculos de septiembre pasado. Esto confirma una evolución estructural en el modelo de crecimiento, con un mayor peso de la inversión y una sólida posición exterior. A esto se añade la buena marcha del mercado laboral, que seguirá mostrando señales positivas en los próximos años.