(El Periódico, 28-05-2025) | Laboral
El Gobierno ha aprobado este martes el inicio del proceso para ampliar el acceso a la jubilación anticipada a más profesiones consideradas de especial riesgo o desgaste físico. Hasta el momento, colectivos como los toreros, mineros o trapecistas ya cuentan con esta posibilidad sin que se vean perjudicados en sus pensiones, y ahora el Ejecutivo pretende extender ese derecho a otros perfiles profesionales. Entre los sectores que han protagonizado movilizaciones recientemente para reclamar esta medida se encuentran los conductores de autobuses y camiones de transporte, así como los trabajadores de la construcción.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha anunciado en rueda de prensa la puesta en marcha del nuevo modelo de coeficientes reductores. Este permitirá que las organizaciones sindicales y empresariales más representativas de cada sector puedan solicitar al Gobierno que se habilite el acceso anticipado a la jubilación en actividades que impliquen un elevado desgaste físico o condiciones laborales especialmente duras. Hasta ahora, el sistema vigente era muy limitado y la decisión final dependía en gran medida del criterio del Ejecutivo.
Este nuevo sistema forma parte de un acuerdo alcanzado el año pasado entre la Seguridad Social, los sindicatos y la patronal, dentro del marco de reforma de la jubilación parcial y activa. En él se estableció que se ampliaría el número de sectores con derecho a jubilación anticipada. Actualmente, esta posibilidad permite retirarse hasta a los 52 años -aunque el umbral puede variar según el oficio-, a cambio de que las empresas afectadas abonen cotizaciones adicionales durante toda la vida laboral del trabajador para compensar su menor permanencia en el mercado laboral.
Hoy en día, solo diez profesiones tienen acceso a este tipo de jubilación, entre ellas el personal ferroviario, los Mossos d'Esquadra o la tripulación aérea. Los sindicatos han venido denunciando que la normativa vigente otorgaba un exceso de poder discrecional al Gobierno, lo que ha hecho que desde hace aproximadamente diez años no se sumen nuevas profesiones al listado.
La reforma aprobada este martes por el Consejo de Ministros establece un nuevo sistema basado en criterios más objetivos para determinar qué actividades reúnen las condiciones necesarias para ser incluidas. Entre los indicadores clave figuran el número de bajas por incapacidad temporal registradas anualmente, la duración media de esas bajas y el número de fallecimientos por accidentes laborales en cada sector.
También se valorarán otros factores como la exposición continuada a condiciones extremas -temperaturas muy altas o bajas, ruido, vibraciones-, el esfuerzo físico constante, y el contacto con agentes químicos, biológicos o físicos perjudiciales, o con ambientes laborales que representen un riesgo para la salud, según ha detallado el Ministerio en un comunicado.
Para que una profesión pueda ser incorporada al catálogo de jubilación anticipada, será imprescindible que exista un acuerdo entre las principales organizaciones sindicales y empresariales del sector. Este punto puede representar una dificultad, como ha ocurrido recientemente en el caso de los conductores de autobús, donde las patronales se oponen a esta medida alegando escasez de personal cualificado, y temen que una jubilación temprana agrave la falta de conductores disponibles.
La inclusión de un sector en este régimen también implica un coste económico adicional para las empresas, lo que en ciertos ámbitos ha generado reticencias por parte de los empleadores a participar en las negociaciones necesarias para su implementación.