(El Economista, 09-05-2024) | Mercantil, civil y administrativo

Hay una discrepancia evidente en la estrategia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A pesar de los recortes en la producción desde 2022 para mantener los precios del petróleo, varios países clave del grupo están aumentando su capacidad de producción. Esto significa que, aunque la producción de petróleo esté actualmente limitada, se prevé que en algún momento estos países produzcan más petróleo del que bombeaban antes de los recortes. Sin embargo, estas inversiones para aumentar la producción son costosas y no generarán beneficios mientras los recortes estén vigentes. El nerviosismo dentro del cártel está creciendo, con algunos países produciendo más de lo acordado y otros haciendo sacrificios adicionales. Las grietas en la OPEP son evidentes y cuanto más tiempo duren los recortes, mayor será el riesgo de que estas grietas provoquen una guerra de precios que inunde el mercado de crudo.

Por un lado, países como Irak o Emiratos Árabes Unidos están trabajando para aumentar su producción de petróleo. Es lógico pensar que estas inversiones deben generar beneficios en algún momento. Es decir, si los recortes de producción se mantienen indefinidamente, no tendría sentido que los grandes productores invirtieran millones en producir más petróleo. La fuerte dependencia de los ingresos del petróleo por parte de muchos miembros de la OPEP complica el cumplimiento de los acuerdos de recorte. La tensión se hace evidente, como se refleja en los últimos datos de producción del cártel.

El riesgo para los grandes productores de petróleo es que se repita la guerra de precios que ocurrió en 2020 entre los principales miembros de la OPEP+ (Arabia Saudí y Rusia). Estos dos países compitieron para ver quién podía aumentar más la oferta y resistir mejor el hundimiento de los precios del crudo. El mercado ya muestra signos de nerviosismo con las recientes caídas en los precios del crudo.

Además, en abril la OPEP produjo más petróleo de lo acordado. Según una encuesta de Bloomberg, la producción de petróleo en los nueve países sujetos a los objetivos de la OPEP+ superó el nivel acordado en casi medio millón de barriles por día. Más de la mitad de esta desviación se debió a Irak, que aumentó su producción en abril, lo que elevó su desviación a 220.000 barriles por día. Los datos de Bloomberg también muestran un aumento en las exportaciones de petróleo iraquíes en abril.

La situación se complica aún más con el anuncio del ministro de petróleo iraní de un incremento en la producción de crudo en 400.000 barriles diarios. Aunque Irán no forma parte del acuerdo de recortes, este aumento presionará aún más a la baja los precios del petróleo, lo que obligará a los miembros que sí recortan a asumir mayores costos.

La salida de Angola de la OPEP a finales del año pasado ilustra los conflictos internos en la organización sobre los acuerdos de recorte de la oferta. No se puede descartar que esto se repita con otros miembros del cártel, especialmente teniendo en cuenta los esfuerzos para aumentar la capacidad total de producción. La presión sobre países como Irak para reducir la producción podría aumentar en los próximos meses si no se implementan los recortes acordados, lo que podría provocar un exceso de oferta y presionar aún más a la baja los precios del petróleo.

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