(El Periódico, 26-11-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Se ha convertido en algo muy habitual en los hogares españoles que uno de los miembros de la familia abra una cuenta compartida para gestionar el dinero junto con su pareja, cónyuge o algún familiar. No obstante, el Banco de España aclara ciertas dudas sobre su funcionamiento y las limitaciones que presentan este tipo de cuentas.

La institución explica que, si uno de los titulares fallece, el saldo de la cuenta queda bloqueado de manera provisional. Esto se debe a que, tras la muerte de uno de los propietarios, los demás titulares necesitan obtener la autorización de los herederos para poder disponer del dinero. Ahora bien, existe una excepción importante: las llamadas cuentas indistintas. En este tipo de cuentas también puede haber varios titulares, pero las reglas cambian en caso de fallecimiento de uno de ellos.

En una cuenta indistinta, los titulares pueden seguir operando con normalidad aun cuando uno de ellos haya fallecido. La diferencia entre ambos tipos de cuentas radica en que, en las conjuntas, cualquier movimiento de dinero requiere el consentimiento de todos los titulares, mientras que en las indistintas cada uno puede operar por su cuenta, lo que implica un mayor riesgo de uso indebido del dinero.

En general, los especialistas aconsejan informar siempre al banco cuando muere un titular, ya que esto puede evitar complicaciones legales más adelante. Así, se mantiene un mayor control sobre los fondos y se previenen posibles fraudes o conflictos entre los titulares.

Bancos como BBVA ofrecen algunas recomendaciones a la hora de abrir una cuenta por primera vez. Lo primero es definir qué tipo de cuenta se adapta mejor a nuestras necesidades:

Cuenta corriente: Es la más habitual y permite operaciones como domiciliar nóminas o recibos, vincular tarjetas, hacer transferencias o ingresar y retirar dinero.

Cuenta joven: Similar a la cuenta corriente, pero orientada a personas de una franja de edad específica. Suelen incluir ventajas o promociones para fomentar el ahorro entre los jóvenes.

Cuenta remunerada: Proporciona una pequeña rentabilidad por el dinero depositado. Funciona de manera parecida a un depósito, pero permite disponer del dinero cuando se necesite, sin penalizaciones. Eso sí, no permite domiciliar pagos ni asociar tarjetas.

Una vez elegido el tipo de cuenta, es fundamental revisar los costes y las condiciones de mantenimiento, para evitar sorpresas con las comisiones bancarias. Finalmente, conviene tener en cuenta otros aspectos, como los servicios adicionales que ofrece la cuenta, la posibilidad de operar mediante banca digital y la calidad del producto, información que puede obtenerse a través de opiniones de expertos, clientes actuales o antiguos usuarios de la entidad.

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