(Expansión, 23-09-2024) | Mercantil, civil y administrativo

La decisión de la Reserva Federal (Fed) de reducir los tipos de interés en medio punto, equiparándose así a los dos recortes que previamente había realizado el Banco Central Europeo (BCE) desde junio, confirma que las dos principales economías del mundo desarrollado están volviendo a la normalidad en cuanto al coste del dinero. Esto tendrá un impacto no solo en el sector financiero internacional, sino también en los bancos españoles.

La disminución de los tipos de interés afectará de manera diferente a los bancos nacionales, dependiendo, en primer lugar, de su diversificación geográfica y de la distribución de sus créditos entre tasas fijas y variables. Santander y BBVA, los dos bancos con mayor presencia internacional, podrían beneficiarse de la decisión de la Reserva Federal debido a las repercusiones en países como México, Brasil y otras naciones latinoamericanas donde tienen presencia.

El objetivo principal de reducir los tipos es mantener o acelerar el crecimiento de la economía de Estados Unidos para generar más empleo. Esto también influirá en la economía mexicana, estrechamente vinculada a la estadounidense, lo que podría aumentar la demanda de bienes. Cabe destacar que BBVA posee el mayor banco de México, que aporta la mitad de sus resultados, y Santander tiene el tercer banco más grande en términos de volumen, con resultados significativos.

Para los países del continente americano, la relación entre sus tipos de interés y los tipos de cambio de sus monedas frente al dólar permitirá una reducción de los costes financieros. Santander también podría ver un crecimiento en su negocio automovilístico si la economía de Estados Unidos se reactiva. Por otro lado, el BCE ya ha reducido el precio del dinero en medio punto, y aunque no se conoce la frecuencia de futuras reducciones, se espera que estas impliquen menores ingresos para las entidades financieras, con un impacto mayor o menor según la composición de sus préstamos entre fijos y variables.

Cuanto mayor sea la proporción de préstamos a tipo fijo, menor será el impacto negativo en los ingresos de los bancos. Además, los bancos podrían beneficiarse de un aumento en la demanda de crédito debido a los menores costes financieros tanto para empresas como para familias.

La mayoría de los préstamos otorgados a las familias por los bancos están concentrados en hipotecas, que en algunos casos representan la mayor parte de su inversión crediticia. Por ello, la bajada del euríbor, el tipo de referencia habitual de estos préstamos, reducirá automáticamente, aunque de forma escalonada, los ingresos de estos créditos.

En cualquier caso, las caídas de ingresos no serán tan significativas como a veces se proyecta. Los cálculos sobre el impacto de la bajada del euríbor en los créditos suelen ser teóricos, considerando el importe total del préstamo sin amortización, lo que solo ocurre al inicio del crédito. En la realidad, la mayoría de los préstamos ya tienen varios años de existencia, y por tanto, las cantidades pendientes son menores.

El efecto de la variación del euríbor impacta principalmente en las hipotecas y otros créditos a tipo variable. Sin embargo, tanto los bancos como los clientes han optado mayoritariamente por hipotecas a tipo fijo durante los últimos años. Los clientes prefieren estas hipotecas para evitar el riesgo de fluctuación en los intereses, manteniendo cuotas fijas, mientras que los bancos, aunque asumen este riesgo, pueden equilibrarlo mediante swaps.

El peso de las hipotecas a tipo fijo ha seguido aumentando, incluso cuando los tipos de interés eran altos, y continúa en ascenso ahora que se prevén nuevas reducciones. A pesar de las ofertas de hipotecas mixtas (con un periodo fijo inicial y luego variable), las hipotecas a tipo fijo siguen siendo predominantes.

Entre los bancos nacionales, destaca el Sabadell, con el 60% de sus hipotecas a tipo fijo, habiendo incrementado este porcentaje en diez puntos en el último año. Sabadell fue uno de los primeros en ofrecer este tipo de productos y, por ello, tiene el mayor compromiso en esta modalidad.

El resto de los bancos se encuentra más rezagado, aunque todos han aumentado el porcentaje de hipotecas fijas. Unicaja, el sexto banco en capitalización bursátil, tiene el 45% de sus hipotecas a tipo fijo, mientras que BBVA y Santander se sitúan en un 40%. CaixaBank alcanza el 38% y Bankinter ocupa el último lugar, con un 35% del total de sus hipotecas a tipo fijo.

Más allá del peso de las hipotecas a tipo fijo, lo cierto es que en los bancos que provienen de las antiguas cajas de ahorro, las hipotecas representan una mayor proporción del total de su inversión crediticia en comparación con otras entidades.

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