(Expansión, 23-07-2025) | Laboral
Las actividades artísticas, profesionales y técnicas han experimentado incrementos superiores al 6% en sus costes laborales, mientras que el sector energético continúa siendo el más caro en términos de coste medio por trabajador. El aumento de los costes laborales sigue su curso ascendente, impulsado por el alza del salario mínimo, el encarecimiento de las cotizaciones sociales y una negociación colectiva reforzada por la pérdida de poder adquisitivo y la escasez de profesionales cualificados en ciertos sectores.
Este escenario ha llevado a que el coste laboral neto aumente un 3,9% en 2024 en comparación con el año anterior, alcanzando los 37.308,9 euros anuales por empleado, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El coste bruto, antes de deducir subvenciones y bonificaciones públicas, se situó en 37.525,4 euros, también con un incremento del 3,9%. Al descontar ayudas, se obtiene el coste neto mencionado.
Este incremento se debe principalmente a que los salarios aumentaron un 3,8%, situándose en 27.558,7 euros de media, mientras que las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social (tanto por parte de las empresas como de los trabajadores) subieron un 4,2%, hasta alcanzar los 9.000 euros. Esta diferencia responde, entre otros motivos, al progresivo destope de las bases máximas de cotización y a la aplicación del Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que incrementa el tipo de cotización para garantizar la sostenibilidad del sistema.
Otros elementos que conforman el coste laboral también registraron variaciones. Las cotizaciones voluntarias, utilizadas por personas cercanas a la jubilación, crecieron un 6,8%, situándose en 191,4 euros. Las prestaciones sociales aumentaron un 4,5%, hasta los 311,2 euros. Por otro lado, las indemnizaciones por despido cayeron un 4,7%, quedando en 186 euros. También subieron los gastos en formación profesional (78,4 euros, un 11,7% más), transporte (9,9 euros, un 5,9% más), servicios sociales (15,9 euros, un 7,3% más) y otros costes (173,9 euros, un 3,6% más). En cambio, las subvenciones recibidas por las empresas se redujeron un 7,2%, quedando en 216,5 euros.
El aumento del coste laboral, que supera en 1,1 puntos porcentuales la subida del Índice de Precios de Consumo en el mismo periodo, obedece a diversos factores. Además del aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), que en 2023 subió un 5% y que ya afecta a uno de cada cinco empleados, la negociación colectiva se ha intensificado tras años de pérdida de poder adquisitivo. Aunque el salario medio ha crecido un 26,7% entre 2008 y 2024, su poder de compra ha caído un 8,2% en ese periodo y todavía se sitúa un 3% por debajo de los niveles anteriores a la pandemia de 2019 y al posterior repunte inflacionario.
A pesar de este panorama general, los datos varían notablemente entre comunidades autónomas y sectores económicos. Por regiones, Extremadura lidera el crecimiento del coste laboral neto con un aumento del 8,2%, seguida por Murcia (5,6%), Galicia (5,4%), Asturias (4,8%), La Rioja y la Comunidad Valenciana (ambas con un 4,7%), Madrid (4,4%), Aragón (4,2%) y Baleares (4,1%). En el otro extremo, el País Vasco registra la menor subida, con un 2,4%, seguido de Andalucía (3%), Canarias (3,1%) y Castilla y León y Castilla-La Mancha (3,2%).
Curiosamente, las comunidades con los costes laborales más bajos son las que están experimentando los mayores incrementos. Extremadura, con un coste anual de 30.542,4 euros por trabajador, es la región con el coste más bajo, seguida por Canarias (31.077,7 euros), Andalucía (32.664,2 euros), Castilla-La Mancha (33.046,6 euros) y Murcia (33.219,2 euros). En cambio, Madrid lidera el ranking con un coste de 44.458,1 euros, seguida del País Vasco (42.434,5 euros), Navarra (40.459,1 euros) y Cataluña (40.159,2 euros).
Una tendencia similar se observa por sectores: aquellos con menores costes laborales son los que más suben, mientras que el sector con los costes más altos ha registrado una caída. En concreto, las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento experimentaron un incremento del 6,2%, seguidas por las actividades profesionales, científicas y técnicas (6%), las financieras y de seguros y otros servicios (5,3% cada una), la información y las comunicaciones (5,1%) y la hostelería (4,7%). Por su parte, el suministro de energía, aunque se mantiene como el sector con mayores costes laborales (82.147,9 euros anuales, más del doble de la media), registró una disminución del 1,1%.