(Expansión, 28-11-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Las actas de la última reunión de política monetaria muestran que los miembros del BCE consideran que las nuevas previsiones macroeconómicas apenas diferirán de las elaboradas en septiembre, lo que reforzaría la decisión de mantener los tipos de interés en el 2%. Todo apunta a que el precio del dinero seguirá anclado en el 2%. El Banco Central Europeo parece disipar definitivamente las pocas expectativas que quedaban de un recorte adicional antes de que termine el año.

Según el documento que recoge lo discutido el pasado 30 de octubre en Florencia -cita en la que el Consejo de Gobierno optó por dejar los tipos sin modificaciones-, los banqueros centrales tampoco ven motivos para mover ficha en la reunión de diciembre. En la transcripción se afirma que "las proyecciones de diciembre probablemente dibujarían un escenario similar al de septiembre".

La entidad dirigida por Christine Lagarde ha reiterado que, salvo cambios relevantes en la evolución de los precios o de la actividad económica, el nivel actual de los tipos es "adecuado" para gestionar las incertidumbres presentes. Por tanto, si la mayoría considera que las previsiones apenas variarán, queda claro que se sienten cómodos con el tipo vigente y no anticipan movimientos a corto plazo.

Un grupo de miembros del Consejo incluso rechazó no sólo un recorte en diciembre, sino cualquier rebaja adicional más adelante. Estos representantes, pertenecientes previsiblemente al ala más estricta del BCE, sostienen que "el ciclo de reducciones ha concluido, ya que lo más probable es que las perspectivas positivas se mantengan mientras no se materialicen los riesgos".

Además, defendieron que "una estrategia contundente podría mejorar las probabilidades de conservar una posición sólida respecto a las condiciones de financiación deseadas". Esta visión no generó objeción entre los integrantes más moderados, que simplemente insistieron en la conveniencia de mantener una actitud flexible y evitar compromisos que impidan actuar si los riesgos actuales se intensifican y obligan a nuevos recortes.

Las actas también descartan, en el actual contexto, un retorno a las subidas de tipos. El debate interno solo contempla dos posibilidades: que el BCE reduzca el precio del dinero en los próximos meses si la inflación resulta más baja de lo previsto o si empeoran las perspectivas de crecimiento; o bien que mantenga los tipos sin cambios durante más tiempo del previsto si los riesgos inflacionistas aumentan.

Aunque algunas figuras individuales, como Isabel Schnabel, han sugerido que una subida podría estar más cerca de lo que se piensa, la mayoría del Consejo no contempla esa opción. Esta postura contrasta con las previsiones de algunos analistas, que asignan más probabilidad a un alza de tipos en 2026 que a un nuevo recorte.

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