(Cinco Días, 09-04-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El Banco de España ha establecido que los riesgos geopolíticos serán una de sus principales áreas de atención en la supervisión del sector financiero de cara a 2025. Mercedes Olano, directora general de Supervisión, ha señalado que ya desde los últimos años se exige a las entidades que elaboren distintos escenarios macroeconómicos, contemplando posibles aumentos de las tensiones geopolíticas, con el objetivo de identificar vulnerabilidades en sus carteras de crédito y anticipar su posible impacto.
Respecto a la reciente escalada arancelaria tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles generalizados, Olano ha subrayado la elevada incertidumbre que genera esta situación, lo que dificulta prever sus efectos. No obstante, ha asegurado que el Banco de España está siguiendo la evolución de estos acontecimientos con atención. También ha recordado que los servicios financieros no están directamente afectados por los aranceles, por lo que cualquier impacto sería indirecto, afectando primero a los clientes de las entidades.
En cuanto a la posibilidad de que los bancos deban realizar provisiones adicionales, Olano ha indicado que muchas entidades ya realizaron provisiones extraordinarias durante la pandemia, por lo que disponen de colchones que pueden reasignarse ante nuevos riesgos.
El organismo dirigido por José Luis Escrivá ha presentado este martes su informe anual de supervisión correspondiente a 2024, en el que destaca la detección de fallos a la hora de incorporar nuevos riesgos, entre ellos el geopolítico. Por ello, este tipo de riesgos será un aspecto central en las pruebas de resistencia que llevará a cabo este año la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Olano ha señalado que el objetivo es resolver los problemas arrastrados de años anteriores, especialmente en lo relativo a dotaciones por insolvencias, y verificar si los bancos están contemplando adecuadamente los distintos escenarios geopolíticos posibles.
En concreto, el Banco de España supervisará que los bancos incluyan los riesgos geopolíticos en sus marcos de apetito y cultura de riesgo, en las estimaciones de pérdidas esperadas conforme a las normas contables, en sus áreas de externalización y ciberseguridad, así como en sus estructuras de gestión de riesgos, planes de capital y liquidez, y pruebas internas de resistencia. Además, se presta especial atención al ámbito de la ciberseguridad, en sintonía con la entrada en vigor de la nueva normativa DORA, que exige a las entidades monitorear su dependencia de proveedores concretos y estar preparadas ante posibles ciberataques.
Junto a los riesgos geopolíticos, el Banco de España ha definido otras prioridades regulatorias para el próximo año. Entre ellas, destaca la necesidad de corregir deficiencias relacionadas con el cambio climático y la gestión de los datos. En cuanto al clima, se hace referencia a la normativa sobre transparencia, los planes de transición energética de los bancos y los riesgos reputacionales y legales asociados. La tercera prioridad regulatoria se centra en impulsar la transformación digital. Para ello, el Banco de España tiene previsto focalizarse en el uso de tecnologías como la computación en la nube y la inteligencia artificial.