(Expansión, 09-05-2025) | Mercantil, civil y administrativo
En una etapa inicial, el Reino Unido eliminará los aranceles a productos estadounidenses en sectores como el químico y el agrícola, mientras que ambos países se comprometen a simplificar los trámites fronterizos para agilizar el transporte de mercancías. Aunque el acuerdo aún requiere concretar ciertos aspectos, representa un paso significativo en la distensión comercial entre ambas naciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este pacto con el Reino Unido, destacando que el primer avance consiste en suprimir barreras comerciales británicas en áreas clave como la industria química y la agricultura. En los próximos días, se prevé la incorporación de nuevas disposiciones en esta misma línea. El acuerdo, que Trump calificó como "una gran capa de seguridad económica", también contempla la implementación de un procedimiento aduanero ágil y prioritario para las mercancías entre ambos países, con el fin de reducir la carga burocrática al mínimo posible.
El primer ministro británico, Keir Starmer, agradeció que el acuerdo se haya alcanzado coincidiendo con el 80º aniversario del Día de la Victoria en Europa (VE Day), fecha en la que Winston Churchill anunció el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. "Es un homenaje al espíritu de cooperación histórica", afirmó.
Aunque aún hay aspectos pendientes de cerrar, este pacto representa el primero desde que Trump reactivó su política arancelaria el pasado abril, con la proclamación del llamado "Día de la Liberación de Estados Unidos", en el que se anunciaron aranceles mínimos del 10% y tarifas más elevadas para unos 50 países, llegando en algunos casos a superar el 50%. Excepto los aranceles impuestos a China (que alcanzan el 145%), la mayoría fueron suspendidos poco después debido al desplome de los mercados y el riesgo de una crisis de deuda.
La moratoria de esas tarifas expira a mediados de julio, y el Gobierno estadounidense está aprovechando este plazo para negociar acuerdos bilaterales con los países afectados. Aunque Trump asegura que hay cientos de conversaciones en marcha, la Casa Blanca estima que se concretarán en torno a una veintena de pactos. Entre los prioritarios figuran Japón, Vietnam, India, la Unión Europea, México y Canadá.
En el caso del Reino Unido, que ya enfrentaba un arancel del 10% -uno de los más bajos-, no sorprende que sea el primer país en cerrar un acuerdo con Washington. Para Londres, esta negociación es clave, dado que Estados Unidos es su mayor socio comercial individual. Según datos de la Oficina del Censo estadounidense, en 2024 EE.UU. registró un superávit de bienes con el Reino Unido de 11.900 millones de dólares, dentro de un intercambio total de mercancías valorado en 148.000 millones, lo que sitúa al Reino Unido como el noveno socio comercial de EE.UU., entre Vietnam e India.
Este pacto se suma al firmado recientemente entre el Reino Unido e India -el mayor desde el Brexit-, que facilitará la exportación británica de productos como whisky y automóviles, reducirá aranceles sobre ropa y calzado, y permitirá una mayor movilidad laboral para empresas indias en suelo británico. El anuncio coincidió con la decisión del Banco de Inglaterra de recortar los tipos de interés al 4,25%, apenas un día después de que la Reserva Federal de EE.UU. optara por mantenerlos estables, ampliando así la divergencia en las políticas monetarias a ambos lados del Atlántico.
Los mercados reaccionaron positivamente. Al conocerse el acuerdo, Wall Street abrió con subidas: el Nasdaq avanzó más de un 0,8% y el S&P 500 sumó un 0,6%, encadenando su mejor racha en dos décadas, impulsado además por la reducción de tensiones con China. Este fin de semana, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, se reunirá en Ginebra con el viceprimer ministro chino, He Lifeng, para iniciar conversaciones con vistas a una posible tregua arancelaria entre ambas potencias.
Los términos pactados con el Reino Unido podrían servir como referencia para las negociaciones con la Unión Europea, que actualmente se enfrenta a un arancel del 20%, el doble del aplicado a Londres. Mientras Trump celebraba el acuerdo con su aliado británico, Bruselas anunciaba una posible represalia arancelaria de hasta 95.000 millones de euros si no se alcanza un entendimiento con Washington en los próximos meses.