(El Periódico, 18-09-2025) | Mercantil, civil y administrativo
La Comisión Europea dio este miércoles un paso de gran calado frente a Israel por su ofensiva en Gaza y las violaciones de derechos humanos en el enclave palestino. El Ejecutivo comunitario aprobó un plan para suspender parcialmente el acuerdo comercial que la UE mantiene con Israel desde hace tres décadas, lo que supondrá reintroducir aranceles a determinados productos israelíes que hasta ahora se beneficiaban de un trato preferente. La Unión es, de hecho, el principal socio comercial de Israel a nivel global.
La medida no busca cortar por completo el comercio bilateral, sino retirar las ventajas arancelarias, con especial incidencia en los productos agrícolas. Según cálculos de Bruselas, la decisión podría costar a los exportadores israelíes unos 227 millones de euros anuales. La propuesta, impulsada por la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, deberá contar ahora con el apoyo de una mayoría cualificada de los 27 Estados miembros para entrar en vigor.
El movimiento se justifica en que el Gobierno israelí ha adoptado medidas que vulneran compromisos esenciales del acuerdo con la UE en materia de respeto a los derechos humanos y a los principios democráticos. Según la Comisión, esta circunstancia habilita legalmente a la Unión para suspender unilateralmente parte del pacto. "Es un paso que lamentamos, pero creemos adecuado y proporcionado a la gravedad de la crisis humanitaria en Gaza", declaró el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic.
Entre los motivos señalados por Bruselas destacan el empeoramiento de la situación en Gaza, las trabas a la entrada de ayuda humanitaria, la intensificación de las operaciones militares y la expansión de asentamientos en Cisjordania, que socavan aún más la solución de los dos Estados defendida por gran parte de la comunidad internacional.
El paquete de medidas incluye además la propuesta de la alta representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, de sancionar por primera vez a miembros del Gobierno israelí. Los señalados son el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, considerados ultranacionalistas. La idea es imponerles restricciones como la congelación de activos o la prohibición de entrada a la UE, sanciones que también se extenderían a dirigentes de Hamás, a colonos violentos y a varias organizaciones. Sin embargo, este punto exige unanimidad de los Estados miembros, lo que complica su aprobación. "No buscamos castigar a Israel, sino aliviar la crisis humanitaria en Gaza", recalcó Kallas.
En paralelo, la Comisión -que en los últimos meses ha sido criticada por su cercanía al Ejecutivo de Netanyahu- anunció la suspensión inmediata de parte de la cooperación bilateral con Israel, lo que implica congelar unos 20 millones de euros en programas de apoyo directo al Gobierno, aunque se mantendrán las ayudas a la sociedad civil y a proyectos vinculados al Holocausto.
La propuesta central, sin embargo, es la suspensión parcial del acuerdo comercial de los años noventa, una idea defendida ya hace un año y medio por España e Irlanda. Según los cálculos de la Comisión, el 37% del comercio israelí con la UE se beneficia actualmente del trato arancelario preferente; es esa fracción la que quedaría afectada. Dado que el bloque comunitario representa el 32% del comercio total de Israel, el impacto económico sería considerable.
No obstante, la propuesta enfrenta un camino incierto: varios países, entre ellos Hungría, Austria y la República Checa, se perfilan como posibles opositores. Para aprobarla se necesita el voto favorable de al menos 15 de los 27 Estados miembros, que representen al menos el 65% de la población de la UE. En este contexto, la posición de Alemania, Italia o Polonia será determinante, especialmente la de Berlín, que tradicionalmente se ha resistido a medidas de presión contra Israel. Si se logra la mayoría requerida en el Consejo de la UE, Bruselas notificará la decisión a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y habrá un plazo de 30 días para su entrada en vigor.