(El Economista, 25-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo

El mercado inmobiliario en España atraviesa una transformación que está poniendo en cuestión la tradicional aspiración a ser propietario. A pesar de que los precios de compra apenas han superado en un 13% los niveles previos a la burbuja inmobiliaria de 2007, los alquileres han subido un 56% desde entonces, lo que ha encarecido notablemente esta opción. Sin embargo, cada vez más personas se ven empujadas hacia el alquiler, que gana terreno frente a la propiedad.

Los datos de Idealista muestran que en junio de 2007 el precio del alquiler era de 9,3 euros por metro cuadrado, mientras que en mayo de 2025 se situó en 14,5 euros. En comparación, el precio de compraventa pasó de 2.115 euros por metro cuadrado a 2.391 euros en ese mismo periodo. Incluso observando solo desde 2018, antes de la pandemia, el precio del alquiler ha crecido un 56%, frente al 53,5% de la compraventa. Y solo desde agosto de 2023, los precios de compra han subido un 19% y los del alquiler un 21%, lo que evidencia un encarecimiento constante.

Esta evolución ha provocado que la propiedad esté dejando de ser accesible para buena parte de la población, especialmente para los jóvenes y las rentas más bajas. Según el INE, en 2024 el 73,6% de los hogares eran propietarios, frente al 80,1% de 2018, lo que marca un mínimo histórico. A la vez, el porcentaje de inquilinos ha aumentado hasta el 17% (más del 25%, según Fotocasa en 2025), aunque esto ocurre en un contexto donde alquilar también es cada vez más caro.

El principal obstáculo para comprar una vivienda es el elevado desembolso inicial, que requiere disponer de al menos el 20% del valor de la vivienda más impuestos y otros gastos. Con salarios que no crecen al ritmo de los precios del mercado, muchas familias se ven excluidas de la compraventa y optan por el alquiler, a pesar de que este también se ha encarecido. Por ejemplo, según Fotocasa, el alquiler medio de una vivienda de 80 metros cuadrados se sitúa en 1.146 euros mensuales, casi 150 euros más que hace un año. Algunas regiones, como Madrid (21,17 €/m²), Cataluña (20,04 €/m²), Baleares (18,24 €/m²), País Vasco (16,78 €/m²) y Canarias (15,07 €/m²), muestran precios aún más elevados.

El problema de fondo es la falta de oferta de vivienda, tanto en venta como en alquiler, en comparación con la demanda y la creación de nuevos hogares. Esta escasez empuja los precios hacia arriba. A ello se suma el creciente interés inversor en el sector inmobiliario, considerado un valor seguro ante la incertidumbre global.

María Matos, portavoz y directora de Estudios de Fotocasa, señala que el alquiler ha ido ganando peso de manera constante en las últimas dos décadas. Factores como la movilidad laboral, la concentración urbana, las dificultades económicas para acceder a una vivienda en propiedad y un cambio en la mentalidad de las nuevas generaciones están detrás de esta evolución. Aunque España sigue siendo un país con una alta proporción de propietarios, esta tendencia se está debilitando.

Según el informe de Fotocasa de 2025, la propiedad de la vivienda está estrechamente vinculada a la edad. El 78% de las personas mayores de 55 años posee una vivienda, mientras que solo el 14% de los menores de 25 años puede decir lo mismo, aunque este último porcentaje ha subido respecto al 10% registrado el año anterior. Esta relación refleja cómo las etapas de la vida, los ingresos y las necesidades de movilidad influyen en el acceso a la vivienda.

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