(El Periódico, 05-09-2025) | Laboral

Muchos empleados deciden no tomar sus vacaciones en verano y prefieren disfrutarlas en otoño, aprovechando el buen clima, la menor afluencia de turistas y los precios más bajos. No obstante, algunos optan por seguir teletrabajando desde otro lugar sin comunicarlo a su empresa, algo que, según advierte el abogado laboralista Miguel Benito, puede poner en riesgo su puesto de trabajo.

En España, el teletrabajo está regulado por la Ley del Trabajo a Distancia. Su artículo 2 establece que las funciones deben realizarse desde el domicilio del trabajador o en el lugar previamente acordado con la empresa. Además, el artículo 22 faculta a la compañía para implementar medidas de control y vigilancia con el fin de garantizar que el empleado cumple con sus obligaciones.

La Ley 10/2021, de 9 de julio, publicada en el BOE el 10 de julio y vigente desde el día siguiente, regula esta modalidad laboral. Define el teletrabajo, establece los derechos y deberes asociados, la compensación de gastos, la desconexión digital y las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales.

Trabajar desde una ubicación no autorizada incumple tanto el acuerdo de teletrabajo como la normativa vigente, y además impide a la empresa cumplir con sus responsabilidades legales. Esto puede derivar en sanciones disciplinarias que van desde una advertencia hasta el despido en casos graves o reiterados. Hoy en día, resulta sencillo conocer la ubicación del trabajador, ya que muchas herramientas proporcionadas por la empresa -como las conexiones VPN- permiten rastrear desde dónde se conecta el empleado.

La pandemia impulsó notablemente el teletrabajo en España, lo que obligó al Gobierno a regularlo. Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) y el Ministerio para la Transición Digital, más de 2,3 millones de personas trabajan de manera habitual desde casa, alrededor del 14% de los ocupados. Aunque la cifra aún está por debajo de la media europea, ha crecido de forma considerable en los últimos años. La modalidad híbrida -alternar oficina y trabajo remoto- gana terreno, aunque sigue generando dudas legales tanto en trabajadores como en empresas.

El abogado relata el caso de un empleado que apareció en una videollamada trabajando desde una tumbona en la playa, lo que sorprendió a su jefa. Benito subraya que, aunque algunas compañías ofrecen cierta flexibilidad, la normativa es clara: no se pueden improvisar lugares de teletrabajo sin previo aviso. "Ese trabajador incumplió la ley, aunque quizá lo desconociera, pero eso no lo exime de responsabilidad", señala.

Por ello, recomienda informar siempre a la empresa si se va a teletrabajar desde otra ciudad o desde una segunda residencia. De esta manera, se evitan conflictos y se protegen los derechos laborales. Asimismo, recuerda que muchas organizaciones limitan el acceso a través de redes seguras como las VPN, lo que revela de inmediato la ubicación de conexión del empleado. "Si queremos conservar el teletrabajo, debemos respetar las normas", concluye el letrado.

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