(El Economista, 02-09-2024) | Laboral
En medio del debate sobre la política migratoria y la oportunidad de atraer mano de obra cualificada para mejorar el mercado laboral en España, las contribuciones de los trabajadores extranjeros pueden servir como un indicador para evaluar qué nacionalidades resultan más beneficiosas en términos de empleo, productividad y cotizaciones sociales, siempre teniendo en cuenta las necesidades del mercado.
Con bases de cotización que superan en hasta un 30% la media o en un 60% las del resto de extranjeros, los trabajadores alemanes y franceses destacan por encima de los demás. Alemania cuenta con más de 30.700 cotizantes en España, con una base de cotización que ronda los 2.600 euros mensuales. Por su parte, los casi 43.400 trabajadores franceses en España aportan una media de más de 2.800 euros al mes. Los 174 malteses que trabajan en el país lideran en este aspecto, con una base de casi 3.000 euros mensuales.
La base de cotización media de los 16,3 millones de cotizantes en el sector privado, ya sean empleados por cuenta ajena o autónomos, es de alrededor de 2.200 euros. Los extranjeros, en cambio, se sitúan por debajo, con una media que no alcanza los 1.750 euros al mes. Excluyendo a los trabajadores del sistema especial del hogar y agrícola, la Seguridad Social registra cerca de 1,9 millones de cotizantes extranjeros.
En el otro extremo, España cuenta con 52.000 trabajadores de nacionalidad china, quienes tienen las bases de cotización más bajas entre todos los extranjeros, con una media de 1.419 euros mensuales. La afinidad lingüística ha atraído a más de 410.000 sudamericanos (en su mayoría venezolanos y colombianos) a trabajar en España. Sin embargo, exceptuando a los argentinos, todos ellos tienen bases de cotización inferiores al promedio de los extranjeros en el país.
A principios de siglo, España también recibió una gran cantidad de trabajadores del Este de Europa, particularmente de Rumania (con 227.000 trabajadores en la actualidad) y Bulgaria (con 41.000). La mayoría de estos trabajadores se ocupan en el sector agrícola y tienen bases de cotización que rondan los 1.700 euros mensuales.