(El Economista, 07-10-2024) | Fiscal
Vox intentará nuevamente acercarse al Partido Popular y a Junts en el Congreso con el objetivo de eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio. El partido liderado por Santiago Abascal presentará ante la Comisión de Hacienda una proposición no de ley (PNL) para suprimir este tributo, que muchas comunidades autónomas gobernadas por el PP se han visto obligadas a reactivar para evitar que el Estado recaudara esos ingresos a través del Impuesto a las Grandes Fortunas. Según la iniciativa registrada por Vox, este impuesto "genera desigualdad territorial", ya que algunas regiones han aplicado bonificaciones cercanas al 100%, mientras que otras no lo han hecho. "Por el mismo hecho imponible, dos ciudadanos españoles con residencia fiscal en diferentes regiones tributarán de forma distinta", argumenta Vox en su PNL. En 2023, el Impuesto sobre el Patrimonio recaudó 1.911 millones de euros, un 55% más que el año anterior, tras la eliminación de bonificaciones en Madrid, Andalucía y Galicia, con el objetivo de asegurar parte de esos ingresos.
Este no es el primer debate en la Cámara Baja sobre este tema. En marzo pasado, Junts propuso eliminar el tributo mediante una enmienda al decreto anticrisis del Gobierno. Además, la formación de Puigdemont incluyó esta medida en su programa electoral de las elecciones catalanas del 12 de mayo, lo que hace prever que Vox contará con su apoyo.
El Partido Popular también comparte este enfoque. Bajo el liderazgo de Núñez Feijóo, el PP lanzó una ofensiva fiscal que incluyó la eliminación del impuesto en casi todas las comunidades autónomas donde gobiernan, mediante bonificaciones. Ante esta estrategia, el Gobierno respondió creando el Impuesto a las Grandes Fortunas, que en su primer año recaudó 623 millones de euros y obligó a los presidentes regionales del PP a restablecer el Impuesto sobre el Patrimonio. Durante la campaña electoral del 23-J, Feijóo prometió suprimir el impuesto para fortunas superiores a los tres millones de euros y devolver la competencia a las comunidades autónomas, pese a que ya está cedida a estas regiones.
El exministro Cristóbal Montoro ya consideró eliminar el Impuesto sobre el Patrimonio en 2014, siguiendo las recomendaciones del Libro Blanco para la reforma del sistema fiscal encargado por el Gobierno de Mariano Rajoy. Los expertos seleccionados por Montoro aconsejaron suprimir "formal y definitivamente" el impuesto, aunque, a diferencia de Feijóo, defendieron que las comunidades autónomas tampoco pudieran establecerlo como un tributo propio. Finalmente, Montoro no siguió esa recomendación y mantuvo el impuesto. Por otro lado, la OCDE ha recomendado reducir "el número de exenciones y desgravaciones fiscales" que las regiones han aplicado sobre este tributo durante años. El Libro Blanco encargado en 2022 por la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, defiende mantener el impuesto, pero aumentando el mínimo exento a un millón de euros.
A pesar de los consejos de los expertos, es posible que PP, Vox y Junts se unan de nuevo para promover una iniciativa que se enfrente a los intereses del Gobierno, en un momento en el que el distanciamiento de los postconvergentes del bloque de investidura de Pedro Sánchez es evidente. Hace unas semanas, Gabriel Rufián, portavoz de ERC, advirtió que Puigdemont, Abascal y Feijóo están formando un "bloque de derechas" que llevará al líder del PP "a la Moncloa".
Todo esto ocurre mientras Montero continúa negociando con Junts su apoyo a una nueva senda de estabilidad que permita la presentación del proyecto de Presupuestos para 2025, previsto para finales de noviembre. La nueva estrategia fiscal debe estar finalizada antes del 15 de octubre, cuando el Gobierno debe enviar a Bruselas el plan fiscal estructural, que incluye el reparto del déficit para los próximos años. Para lograr este consenso, Junts exige un margen fiscal cercano al 0,8%.