(Expansión, 01-10-2025) | Fiscal
Desde el sorpasso de 2017, Madrid no solo ha consolidado su posición como primera economía regional de España, sino que también ha ampliado la distancia respecto a Cataluña: su PIB es hoy un 4,7% mayor y representa el 19,8% del total nacional, frente al 18,9% que aporta la comunidad catalana.
Madrid y Cataluña siguen siendo, con diferencia, los motores económicos del país, seguidas a distancia por Andalucía. Durante décadas, Cataluña lideró gracias a su industria y al dinamismo de su sector turístico, pero el escenario cambió a raíz del procés. El referéndum ilegal de 2017 y la posterior declaración unilateral de independencia desencadenaron una fuga masiva de empresas, cuyas secuelas aún lastra la economía catalana.
Ese mismo año, Madrid superó a Cataluña de manera definitiva. No era la primera vez que ocurría -ya lo hizo en 2012, aunque entonces de forma puntual-, pero desde 2017 la brecha no ha dejado de ensancharse. Ocho años después, el liderazgo madrileño es indiscutible.
Según los datos de la Contabilidad Regional del INE, ambas regiones crecieron en 2024 un 3,6%, ligeramente por encima de la media nacional. Sin embargo, el PIB madrileño alcanzó los 316.242 millones de euros, mientras que el catalán quedó en 301.894 millones, una diferencia de 14.348 millones que marca el mayor desfase desde aquel adelantamiento. La comparación con 2016 resulta reveladora: antes del procés, Cataluña y Madrid tenían un peso casi idéntico en el PIB nacional, en torno al 19%. Hoy, Cataluña ha retrocedido al 18,9% y Madrid ha escalado hasta el 19,8%.
El Govern de Salvador Illa intenta revertir esta tendencia con un plan de inversiones de 18.500 millones a cinco años y apelando a la "normalidad institucional". También ha cargado contra Madrid por lo que considera dumping fiscal, acusándola de bajar impuestos mientras es la región que más aporta al fondo común autonómico. Pero los datos muestran que la confianza empresarial sigue lejos de recuperarse: de las más de 9.500 compañías que trasladaron su sede fuera de Cataluña desde 2017, apenas 739 habían regresado hasta agosto, menos del 8%, según Informa D&B.
Mientras tanto, Madrid ha explotado la situación con políticas de rebaja fiscal, simplificación administrativa, apertura comercial y estabilidad institucional. Gracias a ello, lidera la creación de empresas y empleo, y es la región que más inversión extranjera recibe, incluso en un año marcado por el desplome del 60% de estas inversiones en España, motivado tanto por la coyuntura internacional como por la inseguridad jurídica que proyecta el país.
Aunque Madrid y Cataluña juntas concentran el 38,7% del PIB nacional, el mayor dinamismo en 2024 lo protagonizaron Murcia, Canarias y Baleares, con crecimientos del 4,5%, 4,4% y 4,2% respectivamente, impulsados por un turismo récord. En el extremo opuesto, Cantabria y País Vasco registraron las menores subidas (2,3% y 2,8%), seguidos de Extremadura y Galicia, con un 3%.
El crecimiento de los últimos años ha impulsado, en mayor o menor medida, el PIB per cápita en el conjunto de las comunidades autónomas españolas, donde, sin embargo, los datos siguen siendo un mosaico de asimetrías, con grandes diferencias entre unas autonomías y otras y especialmente entre la más rica, Madrid, con un PIB per cápita de 44.755 euros en 2024 y la más pobre, Andalucía, con 24.566 euros (sin contar Ceuta y Melilla, donde las cifras son aún menores: 23.228 y 21.128 euros). Además, pese a la que la economía española creció en 2024 un 3,5% frente al 1% que lo hizo el conjunto de la UE, solo dos comunidades españolas, Madrid y País Vasco (con 41.016 euros) superaron la renta per cápita promedio de los 27, que el año pasado se situó en 39.870 euros.