(El Economista, 04-09-2025) | Laboral
En España hay algo más de 17 millones de personas que no trabajan ni buscan empleo de manera activa. Forman parte de la llamada población inactiva, un colectivo que en los últimos años ha crecido principalmente por el aumento de las jubilaciones. Sin embargo, los datos del INE reflejan también un repunte entre los jóvenes: en este grupo, los inactivos han aumentado más de un 10% en los últimos cuatro años.
Según los registros del segundo trimestre del año, casi 3,5 millones de jóvenes de entre 16 y 30 años se encuentran fuera del mercado laboral por distintos motivos. La mayoría son menores de 20, que prolongan sus estudios y, por ello, figuran como inactivos. En conjunto, representan el 45% de la población joven, frente a poco más de 4 millones considerados activos (de los cuales 3,3 millones tienen un empleo).
La formación académica es la razón principal de esta inactividad: más del 83% de los jóvenes asegura no trabajar ni buscar trabajo porque está estudiando. Entre abril y junio se contabilizaron 283.900 jóvenes más que en 2021 en esta situación, justo al inicio de la etapa posterior a la pandemia. Este repunte se concentra sobre todo en los menores de 20 años, que sumaron 180.000 nuevos casos en este periodo.
Este fenómeno, no obstante, no se limita a los menores de 30. El número de personas de todas las edades que se declaran inactivas por dedicar tiempo completo a la formación ha crecido un 12% en cuatro años y un 42% en la última década. Esto se relaciona con las crecientes exigencias de las empresas en competencias y cualificación, que han impulsado el auge del reskilling (aprender nuevas capacidades) y el upskilling (mejorar o ampliar las existentes).
Más allá de los estudios, la EPA muestra otro dato llamativo: el número de jóvenes que no buscan trabajo porque cuidan a menores, dependientes o mayores ha subido un 55%. Actualmente hay cerca de 90.000 jóvenes en esta situación, frente a los 56.000 de 2021. Por el contrario, ha caído con fuerza el grupo de jóvenes afectados por expedientes de regulación de empleo (ERE/ERTE). En 2021, aún bajo el impacto de la crisis del coronavirus, había 23.800 en esta circunstancia; en el segundo trimestre de 2025 apenas superaban los 3.000.
El resto de motivos de inactividad tienen un peso menor. Unos 143.000 jóvenes se incluyen en la categoría de "otros motivos"; algo más de 120.000 no pueden participar en el mercado laboral por enfermedad o discapacidad reconocida; y menos de 18.000 explican su situación por no haber encontrado un empleo adecuado, incluso por debajo de las cifras de hace cuatro años.
En resumen, la evolución de la inactividad juvenil en este periodo ha sido significativa, con un incremento de dos dígitos comparable únicamente al registrado por los nuevos jubilados. El grupo de 65 a 69 años ha crecido un 10,8% en este tiempo, triplicando la media del resto de franjas de edad debido a la jubilación progresiva de la generación del baby boom.