(El País, 19-06-2025) | Fiscal
Bajos salarios, empleo inestable y un mercado inmobiliario tensionado son algunos de los principales obstáculos que dificultan el desarrollo económico de los jóvenes en España, quienes cada vez encuentran más complicado independizarse. En este contexto, el Consejo General de Economistas (CGE) y el centro de estudios Fedea han reclamado la puesta en marcha de reformas estructurales en áreas como la fiscalidad, la educación y el empleo, durante la quinta sesión de los encuentros Fedea-CGE, celebrada este miércoles bajo el título La situación económica de los jóvenes en España.
Durante el evento, varios expertos de ambas entidades analizaron las causas que condicionan la realidad económica de los jóvenes. La sesión fue moderada por el presidente del CGE, Miguel Vázquez Taín, y el director ejecutivo de Fedea, Ángel de la Fuente. También participaron como ponentes José Ignacio Conde-Ruiz (catedrático de la UCM y subdirector de Fedea), Raquel Jurado (miembro del Registro de Economistas Asesores Fiscales) y Mar Villares (secretaria técnica del Registro de Economistas Asesores Laborales).
Villares destacó que la precariedad laboral juvenil queda reflejada en datos como una tasa de temporalidad del 60,5% entre los menores de 30 años en 2024, un salario medio de 1.558 euros brutos al mes -un 27% por debajo del promedio nacional- y el hecho de que un 46% de estos jóvenes tengan contratos a tiempo parcial no deseados. Esta situación, señaló, dificulta seriamente el acceso a una vida independiente, por lo que propuso un pacto de Estado en materia de empleo juvenil.
A lo largo del debate, también se propusieron otras medidas, como fortalecer la formación profesional dual y los vínculos entre universidades y empresas, así como mejorar la capacitación en habilidades digitales. Los ponentes recomendaron crear incentivos fiscales dirigidos a facilitar la emancipación y el emprendimiento juvenil, reforzar las políticas de conciliación y mejorar el acceso a la vivienda mediante el aumento de la oferta, ayudas al alquiler y ventajas fiscales para hogares jóvenes con ingresos reducidos.
Vázquez Taín criticó la escasez y dispersión de incentivos fiscales para los jóvenes, y recalcó que, a pesar de que muchos no tributan por IRPF debido a sus bajos ingresos, sí soportan una carga considerable en cotizaciones sociales e impuestos indirectos como el IVA. En esta línea, Jurado defendió la necesidad de introducir beneficios fiscales ligados a la adquisición de vivienda habitual, la formación y la creación de empresas.
Por su parte, el presidente de Fedea, Ángel de la Fuente, alertó sobre el desajuste en el sistema de protección social, que beneficia principalmente a los mayores, mientras que las nuevas generaciones encuentran dificultades para financiarlo debido al envejecimiento de la población y la inversión de la pirámide demográfica. Esto obliga a destinar fondos que deberían reforzar áreas clave como la innovación o la educación.
Conde-Ruiz también subrayó la brecha generacional existente, apuntando que desde 2008 los ingresos de los jóvenes han caído un 10%, mientras que los mayores de 65 han visto incrementarse su renta en un 8%. Además, la edad media de emancipación ya supera los 30 años. "El deterioro del impulso demográfico que antes sostenía el crecimiento económico, sumado a la menor capacidad de influencia política de los jóvenes en una sociedad cada vez más envejecida, coloca a esta generación en una posición estructuralmente desventajosa", explicó Conde-Ruiz. En su opinión, la única vía para mejorar la renta per cápita es a través de un aumento de la productividad.
Por último, Villares insistió en la necesidad de fomentar la contratación indefinida mediante ayudas específicas para jóvenes en situación vulnerable, revisar el sistema de prácticas y becas para asegurar su carácter formativo, establecer una remuneración mínima y condiciones laborales dignas, en sintonía con el futuro Estatuto del Becario, e impulsar el empleo juvenil en sectores estratégicos.