(El Economista, 04-07-2025) | Laboral

En los últimos años, los trabajadores extranjeros han adquirido un rol fundamental en el mercado laboral español, hasta el punto de que tanto el Gobierno como los agentes sociales han vinculado la viabilidad futura del sistema de pensiones al mantenimiento de un flujo migratorio positivo durante las próximas décadas. Actualmente, más de tres millones de personas con nacionalidad extranjera están afiliadas a la Seguridad Social, y también ha aumentado el número de aquellas que reciben el subsidio por desempleo. En concreto, esta cifra ha crecido un 26% en el último año.

Este subsidio está dirigido a personas que ya han agotado la prestación contributiva por desempleo o que no han trabajado lo suficiente como para generarla. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, correspondientes al mes de mayo, 75.205 extranjeros reciben actualmente este subsidio, frente a los 59.592 registrados en el mismo mes de 2024.

Este incremento, de más de 15.000 beneficiarios, sigue la misma tendencia que en meses anteriores: en abril el aumento fue del 19% interanual, en marzo del 20%, y en los primeros meses del año se situó en torno al 8% y 10%. A pesar de este crecimiento, los extranjeros siguen siendo una parte minoritaria del total de perceptores del subsidio, ya que representan menos del 10% de las 774.178 personas que lo reciben.

La información del Ministerio de Trabajo no permite identificar las causas concretas por las que los extranjeros acceden al subsidio. No obstante, en el conjunto de beneficiarios (nacionales y extranjeros), se observa que la principal razón es tener más de 52 años (470.840 personas), seguida del agotamiento de la prestación contributiva (151.206) y la falta de cotización suficiente (100.011).

Sí se sabe, sin embargo, que más de la mitad de los beneficiarios extranjeros (el 54,22%) comenzaron a recibir la ayuda después del 1 de noviembre, fecha en que entró en vigor la reforma del sistema de ayudas por desempleo impulsada por el Ministerio de Trabajo en el marco del Plan de Recuperación financiado con fondos europeos Next Generation. Desde entonces, se han incorporado 28.000 extranjeros de fuera de la UE y más de 12.000 comunitarios, quienes se han beneficiado de las nuevas condiciones económicas aprobadas por el Real Decreto-ley 2/2024.

Con esta reforma, los beneficiarios reciben 570 euros mensuales durante los primeros seis meses, 540 euros durante los seis siguientes y 480 euros en el último año. En cambio, los 34.429 extranjeros que ya estaban recibiendo el subsidio antes de noviembre continúan percibiendo 480 euros durante todo el periodo, una cuantía vinculada al 80% del IPREM, que actualmente se sitúa en 600 euros.

A pesar del aumento en el número de perceptores del subsidio, todavía hay más desempleados extranjeros que cobran la prestación contributiva por desempleo que los que reciben ayudas asistenciales (79.780 personas). Este grupo incluye a quienes perciben subsidios, rentas agrarias (para residentes en Andalucía y Extremadura) o ayudas específicas para trabajadores eventuales del sector agrícola, estas últimas con escaso peso tras la última reforma pactada con los sindicatos CCOO y UGT.

En total, 208.551 extranjeros reciben algún tipo de ayuda por desempleo, y de ellos, más de 124.000 perciben la prestación contributiva. Esta cifra sigue siendo pequeña en comparación con el total de beneficiarios del sistema (paro, subsidio o renta activa de inserción), que supera los 1,7 millones de personas. En proporción, los extranjeros representan el 12,2% del total de perceptores de ayudas.

Los últimos datos de empleo difundidos esta semana indican un cambio en la dinámica de generación de empleo entre la población extranjera. El segundo trimestre del año ha registrado una notable ralentización en el crecimiento de la afiliación de extranjeros a la Seguridad Social, que ha pasado del 1,8% en el primer trimestre a un 0,6% en el segundo, según ha señalado Funcas. Este freno contrasta con una leve aceleración en la creación de empleo entre los trabajadores nacionales, cuya tasa de crecimiento aumentó del 0,4% al 0,6%.

Pese a esta desaceleración, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha destacado que el número de afiliados extranjeros se mantiene por encima de los tres millones, lo que representa un crecimiento de 1,4 millones en la última década, es decir, un aumento del 84,6%. En el caso de los trabajadores procedentes de países no comunitarios, el incremento ha sido del 118%, según datos del departamento que dirige Elma Saiz.

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