(Expansión, 30-04-2025) | Fiscal

El impacto económico derivado de solo un día de apagón eléctrico revela la magnitud de las consecuencias que podría acarrear una situación similar en el futuro o una interrupción prolongada del suministro. Fábricas que tuvieron que detener su producción de inmediato, maquinaria que quedó inutilizada, miles de comercios y grandes superficies cerradas, fallos en las comunicaciones digitales y parálisis en el transporte... una cadena de problemas que, según estimaciones empresariales, costará alrededor de 1.600 millones de euros a la economía española. Este daño económico ha reactivado una cuestión de fondo: desde la patronal se solicita al Gobierno que reconsidere su plan de cierre progresivo de las centrales nucleares.

Se trata únicamente del daño económico inmediato y directo provocado por el apagón generalizado del pasado lunes, que detuvo la actividad a pesar de que el restablecimiento parcial de la electricidad comenzó a las pocas horas. Esta pérdida equivale a una décima parte del PIB diario del país. El entorno empresarial teme que este daño inicial se traduzca en una caída de la inversión a medio plazo, justo en un momento en el que España se presenta como un polo atractivo para las inversiones energéticas, especialmente en el ámbito de las renovables. De hecho, ese mismo día se celebraba una jornada con la participación de 75 multinacionales, cuyo desarrollo se vio alterado por el incidente. Las distintas organizaciones empresariales manejan cifras que oscilan entre los 1.300 millones de euros -según ATA, para los trabajadores autónomos-, los 1.600 millones de la CEOE o los 900 millones estimados por Pimec solo en Cataluña, incluyendo pérdidas de actividad y costes colaterales.

Frente a esta situación, Pimec, encabezada por Antoni Cañete, publicó una serie de medidas para mitigar la vulnerabilidad empresarial ante estos eventos, como implementar protocolos internos de respuesta, comprobar los sistemas auxiliares de energía e impulsar el autoconsumo y el uso de baterías. Según datos de esta organización, el turismo fue uno de los sectores más perjudicados: en la hostelería se perdió producto fresco, se cancelaron reservas y se suspendieron actividades. Una preocupación adicional para los comercios y negocios hosteleros es la posible respuesta de las aseguradoras ante este tipo de situaciones, según informó Eric Galian desde Barcelona.

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, advirtió sobre los efectos a medio plazo del apagón en industrias con alta dependencia eléctrica, como aquellas con hornos eléctricos, que pueden quedar inutilizados al apagarse, o las refinerías, cuya reactivación podría tardar cerca de una semana.

Otro sector bajo observación durante la jornada de recuperación fue el de la distribución. Aunque el martes las tiendas reabrieron con normalidad, el lunes algunos supermercados que permanecieron operativos sufrieron una afluencia masiva de clientes, lo que derivó en problemas de abastecimiento puntual, según informó Anged, la asociación que agrupa a las grandes superficies.

En cuanto al sector agrario, el impacto fue desigual. Mientras que los cultivos no sufrieron daños significativos -excepto en algunas zonas como Valencia, donde se reportaron fallos en sistemas de riego, ventilación de viveros y refrigeración de frutas y hortalizas en una época clave-, la situación fue más grave en las explotaciones ganaderas. En ellas, la dependencia de la electricidad para actividades como el ordeño, la ventilación, el suministro de agua, la alimentación automatizada y la refrigeración de leche hizo que el apagón causara consecuencias más severas.

En este contexto, desde la CEOE insisten en que debe esperarse a que el Gobierno ofrezca una explicación clara y detallada sobre las causas del apagón antes de iniciar reclamaciones a las aseguradoras. "El Ejecutivo debe dar explicaciones sobre qué ocurrió exactamente, cómo y por qué se produjo este fallo", afirmó Garamendi.

¿ESTAS BUSCANDO

ASESORÍA PERSONAL O EMPRESARIAL?

Realiza tu consulta online o ven a visitarnos