(El Periódico, 15-10-2025) | Laboral
El mercado laboral español, con un salario medio bruto de 27.558,68 euros, según el INE, presenta una marcada dualidad. Mientras la tasa de paro juvenil (24,5% en el segundo trimestre de 2025) genera incertidumbre, el envejecimiento de la población (uno de cada tres españoles tendrá más de 65 años en 2070) impulsa la demanda de profesionales cualificados en ciertos sectores.
Para quienes buscan una carrera con altas remuneraciones, los puestos de máxima responsabilidad y especialización, ya sea en el sector público o privado, multiplican la media nacional. Los sueldos más elevados en España se concentran en puestos con una alta exigencia formativa y de responsabilidad, o bien, en el sector privado bajo un modelo de éxito profesional.
Notario: es, potencialmente, la profesión mejor pagada. Aunque el salario inicial puede rondar los 40.000 euros, los notarios senior con más de 20 años de ejercicio y despachos consolidados en grandes ciudades pueden alcanzar y superar los 410.000 euros brutos anuales, dependiendo de los aranceles y el volumen de trabajo.
Piloto comercial (capitán de línea aérea): el rango es muy amplio. Mientras un copiloto novel puede empezar en 22.000 euros, un capitán de largo radio en aerolíneas de primer nivel puede superar los 200.000 euros al año, siendo una de las profesiones con mayor responsabilidad en el sector privado.
Cirujano/Médico especialista (medicina privada): en el sistema de salud público, los médicos especialistas se mueven en rangos de 60.000 a 100.000 euros con complementos. No obstante, los cirujanos o anestesistas con clínicas privadas muy reconocidas o que trabajan por acto médico pueden alcanzar fácilmente los 150.000 euros o más.
Juez/Magistrado (sector público): es una de las carreras públicas con mejor remuneración. Un juez al inicio de su carrera percibe unos 46.000 euros, pero los magistrados con mayor antigüedad o en altos tribunales (Tribunal Supremo, Audiencia Nacional) superan con creces los 108.000 euros brutos anuales.
El boom de la digitalización ha consolidado las profesiones tecnológicas y de consultoría entre las mejor remuneradas, en parte por la escasez de talento. El factor más determinante en las altas rentas de España no es solo la profesión, sino la experiencia acumulada y la capacidad para ocupar nichos con escasez de talento. Los siguientes cinco empleos que tienen altas remuneraciones son:
Arquitecto de sistemas/Software: este perfil de alta especialización es clave en el desarrollo digital. Un arquitecto de software senior en grandes tecnológicas o multinacionales puede percibir entre 80.000 euros y 90.000 euros anuales, aunque los técnicos junior se sitúan más cerca de los 45.000 euros.
Diseñador de sistemas/Ingeniero de datos (Senior): dentro del ámbito tech, los perfiles senior rondan los 50.000-70.000 euros, siendo el rango más común para perfiles con 5-10 años de experiencia.
Odontólogo especialista: el salario medio de un odontólogo asalariado se sitúa entre 60.000 y 70.000 euros. No obstante, los especialistas en ortodoncia o implantología pueden rozar o superar los 100.000 euros anuales, especialmente si tienen dedicación exclusiva o trabajan con clínica propia.
Analista de negocios (Business Analyst Senior): cruciales para la toma de decisiones en consultoría, estos profesionales se mueven en un rango de 45.000 a 60.000 euros, superando esta cifra en multinacionales (Big Four) o en puestos de dirección de área.
Agente inmobiliario: la profesión es muy volátil. Si bien la base salarial puede ser baja, los agentes ejecutivos con un alto volumen de ventas en mercados premium (Madrid o Barcelona) pueden superar los 100.000 euros gracias al sistema de comisiones.
La gran mayoría de los trabajadores en España percibe un salario que se sitúa cerca del salario medio de 27.558 euros. La enorme distancia que separa esta media de los salarios de élite (entre 80.000 y más de 400.000 euros) refleja una estructura económica donde la especialización y la alta demanda son los principales motores de la retribución. En un país con una alta tasa de paro juvenil y un evidente problema de relevo generacional en sectores clave -haciendo que la Generación Z ya valore más la libertad de horario que el salario-, la inversión en formación altamente especializada se consolida como el único camino hacia los puestos mejor remunerados.