(El Economista, 30-09-2025) | Laboral
La actualización anual de las pensiones vinculada al IPC, blindada en la reforma de 2021 del sistema público, volverá a suponer un fuerte desembolso para la Seguridad Social en 2026, a pesar de que la inflación de 2025 se mantiene en niveles moderados. Según las previsiones más recientes consultadas por elEconomista.es, la inflación media del ejercicio cerrará en noviembre -mes de referencia para calcular la revalorización- en torno al 2,5%.
Ese porcentaje, superior a los dos puntos, implicará un gasto adicional cercano a los 6.500 millones de euros, derivado únicamente de la revalorización automática de las pensiones conforme al IPC. La cifra se sitúa por encima de las estimaciones que hasta ahora manejaban organismos como la AIReF. A este coste habrá que sumar el efecto del mayor número de jubilados y el importe creciente de las nuevas pensiones, que en 2025 han superado los 1.500 euros mensuales de media durante siete meses consecutivos.
De acuerdo con los cálculos de Funcas, la inflación interanual de noviembre se situará en el 2,5%, tras un 2,9% en septiembre y un 2,7% previsto para octubre. Con ello, la media anual quedará en el 2,5%. Según la memoria de impacto del decreto que regula la revalorización, cada punto de IPC supone un coste de 2.606 millones, por lo que el aumento de 2,5 puntos elevaría la factura hasta unos 6.515 millones de euros.
El cálculo de referencia tiene en cuenta a un colectivo de más de 12,3 millones de pensionistas y los datos de inflación entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024. Así, las pensiones de 2026 se incrementarán desde el 1 de enero en función de la inflación media de los doce meses comprendidos entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025. El dato adelantado de noviembre se publicará el 28 de ese mes y el definitivo el 12 de diciembre.
Este mecanismo automático de revalorización, vigente desde la reforma de 2021 impulsada por el entonces ministro de Seguridad Social, hoy gobernador del Banco de España, asegura que las pensiones mantengan su poder adquisitivo. Si se confirma el 2,5%, el alza sería mayor a la prevista a comienzos de año, cuando la AIReF calculaba un 2,3%.
El organismo fiscal advierte de que la vinculación al IPC es el principal factor de presión sobre el sistema de pensiones, por encima del número de jubilados o del efecto sustitución. Aun así, el peso del IPC en el gasto se ha reducido en los últimos años gracias a la moderación de los precios, muy lejos de los picos cercanos al 10% registrados al inicio de la guerra en Ucrania.
En cualquier caso, el gasto en pensiones volverá a marcar cifras récord en 2025. Según la AIReF, que ya ha incorporado la subida de este año, el desembolso anual en pensiones contributivas crecerá un 5,8%, alcanzando los 182.681 millones de euros a cierre de ejercicio. Para 2026 se espera un incremento del 4,8%, aunque el repunte de la inflación apunta a que el gasto será finalmente algo superior, ya que la previsión del organismo partía de un IPC más bajo, del 2,3%.