(Cinco Días, 27-05-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Los continuos cambios de postura de Donald Trump están generando desconcierto entre los gestores de inversión, que encuentran grandes dificultades para realizar previsiones incluso a muy corto plazo. Tras conversar con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el expresidente republicano ha decidido postergar hasta el 9 de julio la posible imposición de un arancel del 50% sobre productos europeos. Esta fecha coincide con el fin de la tregua comercial de 90 días que Estados Unidos ofreció a todos los países, mientras que el alivio concedido a China se extenderá hasta el 13 de agosto.
En una jornada en la que tanto Wall Street como el mercado británico han permanecido cerrados, los inversores han reaccionado positivamente a cualquier novedad en el ámbito comercial, impulsando las compras. Las bolsas europeas han repuntado más de un 1%, recuperando parte del terreno perdido el viernes, mientras que el euro ha escalado hasta los 1,14 dólares, un nivel que llegó a tocar en los primeros compases de la sesión.
Desde que Trump lanzó su amenaza el pasado 2 de abril de reconfigurar el orden económico global, los mercados han reaccionado al compás de sus declaraciones. Aunque la improvisación parece dominar su estrategia, los analistas de ING identifican un patrón: las amenazas arancelarias suelen preceder a negociaciones, lo que provoca bruscos movimientos en las bolsas y un aumento de la volatilidad. El Ibex 35, que el viernes cayó un 1,18%, se anota hoy un alza del 1%, en línea con los avances del 1,5% registrados por otros índices europeos como el Dax o el Euro Stoxx 50.
Ante este escenario imprevisible, los expertos recomiendan cautela. "La semana pasada trajo consigo una necesaria dosis de realidad que sirvió para reducir la complacencia del mercado", señalan desde Bankinter. Según sus analistas, el riesgo implícito actual no concuerda con la reciente evolución alcista de las bolsas. En la misma línea, Mathieu Racheter, responsable de estrategia de mercado de Julius Baer, advierte que las amenazas llegan en un momento en que las valoraciones bursátiles ya reflejan expectativas muy optimistas. "Los precios actuales y las previsiones macroeconómicas dejan poco margen para errores. En este contexto, mantener una diversificación regional sigue siendo una opción prudente dada la alta incertidumbre", subraya.
Tras el nerviosismo posterior al Día de la Liberación, la tregua comercial y el inicio de las conversaciones han impulsado una fuerte recuperación de los activos de riesgo. Índices como el Ibex 35 o el Dax alemán acumulan subidas superiores al 20% en lo que va de año, mientras que Wall Street consiguió entrar en terreno positivo hace apenas una semana. "En un entorno tan volátil y cambiante, conviene mantener una postura escéptica y conservadora. El viernes fue Apple y la UE, pero Trump podría haber apuntado a cualquier otro objetivo con efectos similares", advierten también desde Bankinter.
Los expertos de ING sostienen que, dada la incertidumbre actual, intentar anticipar el rumbo de las relaciones comerciales carece de sentido. "Todo es posible. Seguimos pensando que, a largo plazo, el impacto económico de una guerra comercial prolongada será demasiado severo como para sostener aranceles elevados de forma indefinida", explican. Según sus estimaciones, un arancel del 50% sobre productos europeos podría reducir el PIB de la eurozona en un 0,6%, acercando al bloque a una recesión.
"El panorama actual es un recordatorio para los inversores de que no deben confiarse respecto a la cuestión arancelaria durante los próximos meses", advierten desde ING. Estiman que junio y julio, marcados por negociaciones comerciales, decisiones de política monetaria y debates presupuestarios en EE. UU., seguirán impulsando la volatilidad en el mercado de divisas.
Las amenazas proteccionistas, la rebaja en la calificación crediticia por parte de Moody's y, recientemente, el plan fiscal aprobado por la Cámara de Representantes, han debilitado tanto al dólar como a la deuda estadounidense, que en el pasado actuaban como refugios. En lo que va de año, el dólar ha perdido un 10% frente al euro, cayendo de 1,03 a 1,14 unidades. A pesar de esta depreciación, los analistas de Julius Baer anticipan una tendencia bajista sostenida. David A. Meier, economista del banco suizo, ha rebajado su previsión a largo plazo hasta 1,24 dólares por euro. "Podríamos estar presenciando un cambio de ciclo en el dólar. La política impredecible, el delicado equilibrio fiscal y el elevado endeudamiento externo en un contexto de déficits gemelos (fiscal y por cuenta corriente) sugieren un dólar más débil", concluye Meier.