(El Economista, 22-09-2025) | Fiscal
El Gobierno está aprovechando al máximo las numerosas subidas de impuestos aprobadas a finales de 2024 y que entraron en vigor en enero de este año. Según el Plan Fiscal Estructural remitido a Bruselas, esas medidas iban a generar unos 4.500 millones de euros anuales. Sin embargo, a 31 de julio ya se habían recaudado 4.110 millones, según los últimos datos de la Agencia Tributaria, lo que anticipa que en los cinco meses restantes se superará ampliamente la previsión inicial enviada a la UE.
Entre todas las medidas, la más destacada es la recuperación de los tipos previos del IVA en determinados productos de alimentación que habían quedado exentos o gravados con el tipo superreducido del 4% por considerarse básicos. Esta rebaja se introdujo hace casi tres años para mitigar el impacto económico de la guerra de Ucrania y la fuerte inflación. Desde el 1 de enero de 2025 los productos recuperaron el tipo original, más alto, lo que ha aportado 1.146 millones adicionales a las arcas públicas.
Los cambios en la fiscalidad de la energía han supuesto hasta julio una recaudación extra de 1.535 millones. En 2023 el IVA de la electricidad bajó al 5% por la crisis energética, pasó al 10% a mediados de 2024 y desde enero volvió al 21%. Lo mismo ocurrió con otros suministros como el gas natural, la madera y los pellets, que recuperaron también el gravamen máximo del 21%.
El Impuesto Especial sobre la Electricidad también se ha ido incrementando y desde julio de 2024 se sitúa en el 5,11%. Con el efecto del IVA, el tipo real se aproxima al 6,1%. A esto se suma la reactivación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica (IVPEE), suspendido en 2021 de manera excepcional para aliviar la factura de los hogares, y que ahora vuelve con un tipo del 7%.
Otro incremento significativo en 2025 ha sido el de los impuestos sobre las labores del tabaco, al que se añade un tributo específico para los líquidos de cigarrillos electrónicos y las bolsas de nicotina, que hasta ahora apenas ha recaudado 10 millones.
El llamado impuesto a la banca -oficialmente Impuesto sobre el Margen y Comisiones de las Entidades Financieras- volvió a aplicarse a finales de 2024. Pese a los recursos pendientes del sector, entre enero y julio ha aportado 566 millones de euros.
Además, Hacienda ha ingresado más de 300 millones gracias a la restitución del límite del 50% a la compensación de bases imponibles negativas de las grandes empresas en el Impuesto sobre Sociedades. La AIReF estima que esta medida supone un sobrecoste total de 2.650 millones para dichas compañías. Aunque el cambio se introdujo en 2024, es en el presente ejercicio cuando está teniendo mayor impacto.
También figuran como ingresos adicionales los pagos aplazados del IRPF a los contribuyentes afectados por la DANA que golpeó Levante en octubre de 2024. Entonces se les concedió una prórroga de tres meses para el segundo pago del impuesto y se amplió hasta el 30 de enero de 2025 el plazo para presentar declaraciones y autoliquidaciones. Sin embargo, una vez expiradas las prórrogas, los afectados tuvieron que abonar lo pendiente, ya que no se aprobaron exenciones ni deducciones. En conjunto, los 4.110 millones recaudados por "cambios normativos" ya están consolidados en las cuentas públicas, con la expectativa de que la cifra crezca aún más en lo que resta de 2025.
La única incertidumbre reside en el impuesto a la banca, recurrido por la Asociación Española de Banca (AEB) y la CECA ante la jurisdicción contencioso-administrativa. Las patronales alegan que este tributo tiene "graves efectos" sobre la financiación de familias y empresas, un "impacto negativo" sobre la inversión y un "perjuicio general" para la economía en su conjunto.