(El Economista, 01-10-2025) | Fiscal
La Comisión Europea presentó este martes de forma oficial una serie de recomendaciones dirigidas a los Estados miembros para impulsar la creación de cuentas de inversión en aquellos países que aún no las tienen y mejorar su funcionamiento en los que ya cuentan con ellas, como Suecia o Italia. Estas cuentas permitirían invertir en acciones de empresas cotizadas, bonos, fondos de inversión e incluso activos alternativos pensados para pequeños ahorradores, como los Eltif. El objetivo es movilizar parte de los más de 10 billones de euros que los hogares europeos mantienen inmovilizados en depósitos bancarios y dirigirlos hacia la inversión productiva. Cabe destacar que entre las recomendaciones no figura la obligación de invertir exclusivamente en activos europeos.
Entre los incentivos fiscales propuestos figuran deducciones en la base imponible, exenciones, aplazamientos del pago de impuestos o un tipo impositivo uniforme para los rendimientos obtenidos, dado que se trata de productos concebidos para el largo plazo. Además, se plantea que sean los propios proveedores -bancos, entidades de inversión o plataformas digitales- los encargados de recaudar los impuestos y facilitar la información a las autoridades fiscales, con el fin de simplificar el proceso.
Durante la presentación, la comisaria europea de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales, María Luisa Albuquerque, subrayó la intención de dar el máximo impulso político a esta iniciativa y recalcó que abrir una cuenta de inversión debería ser tan sencillo como hacer un depósito en una cuenta corriente y accesible desde importes muy bajos, como 10 euros.
La Comisión también apuesta por que los inversores puedan disponer de varias cuentas para fomentar la competencia, que exista la posibilidad de trasladar fondos entre diferentes proveedores -incluso de distintos países- y que las inversiones puedan liquidarse sin penalizaciones en cualquier momento, eliminando cargas burocráticas y reduciendo costes.
En lugar de un proceso legislativo completo, la Comisión ha optado por presentar estas cuentas en forma de recomendaciones para acelerar su puesta en marcha, dado que cualquier normativa fiscal exigiría el aval del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE, lo que podría retrasar el proyecto varios años.
Aun así, Bruselas ha anunciado que hará un seguimiento cercano de la aplicación de estas recomendaciones, informará periódicamente al Eurogrupo y evaluará los avances dentro de la revisión intermedia de la estrategia de la Unión de Ahorro e Inversión prevista para 2027, así como en el marco del Semestre Europeo.