(El País, 20-03-2024) | Laboral

Los trabajadores que tienen la opción de realizar sus labores de forma remota muestran una clara preferencia por trabajar desde casa en lugar de hacerlo en la oficina, según revela uno de los principales hallazgos del estudio sobre teletrabajo, una realidad pospandemia, realizado en España por la Escuela de Negocios EADA y publicado este martes. Esta inclinación hacia el teletrabajo se hace patente al analizar detalladamente los resultados de la encuesta: el 51% considera que es más productivo en su hogar, el 57% estaría dispuesto a buscar otro empleo si su empresa no le permitiera trabajar de forma remota, y el 88% califica su experiencia con el teletrabajo como buena o muy buena.

La encuesta, basada en 638 entrevistas, representa únicamente las opiniones de profesionales que trabajan de forma permanente, ocasional o que tienen la posibilidad de hacerlo, en su mayoría directivos y empleados de empresas con más de 50 trabajadores.

La mayoría de los encuestados (51%) percibe que su productividad es mayor trabajando desde casa en comparación con la oficina, marcando así la proporción más alta registrada en la tercera edición del estudio. En 2020, esta cifra fue del 50%, y en 2021 del 41%. Además, ha disminuido el porcentaje de aquellos que consideran que su productividad es igual en ambos entornos, pasando del 35% inicial al 31% actual. Por otro lado, la proporción de los que no están de acuerdo era del 24% en 2020 y ahora es del 18%.

Sin embargo, esta percepción no concuerda del todo con la de los empleadores. Un porcentaje ligeramente menor cree que sus equipos son más productivos trabajando desde casa (39%). La mayoría opina que la productividad es igual tanto en casa como en la oficina (47%), en contraste con el 14% que cree que es mayor trabajando presencialmente.

Es destacable que el 90% de los jefes se sienten capaces de liderar equipos que trabajan de forma remota. Esta postura de los directivos ha llevado a flexibilizar los límites del teletrabajo: actualmente, el 53% de los encuestados afirma que no hay impedimentos para trabajar desde casa, mientras que en 2020 este porcentaje era del 24%. Aline Masuda, responsable del estudio, comenta al respecto: "Sin duda, hemos aprendido de esta experiencia, que en principio fue obligatoria debido a las circunstancias. Tanto las empresas como los profesionales han adquirido habilidades que nos permiten aprovechar el teletrabajo de manera efectiva". Añade que "el dilema actual no radica en si debemos utilizarlo o no, sino en qué medida es adecuado para mejorar el desempeño y la calidad de vida de los profesionales".

El teletrabajo convence tanto a los encuestados que la mayoría estaría dispuesta a dejar su empresa si se le prohibiera esta modalidad. El 57% manifiesta este sentir, siendo las mujeres las que expresan esta opinión con mayor frecuencia: el 64%, frente al 52% de los hombres. Esta disposición es más común entre los más jóvenes, aunque la edad atenúa esta creencia. El 75% de la Generación Z (hasta 25 años) y el 72% de los Millennials (de 26 a 40 años) dejarían su empleo en estas circunstancias, en comparación con el 53% de la Generación X (de 41 a 55 años) y el 38% de los baby boomers (de 56 a 76 años). Este último grupo, el más experimentado, es el único en el que hay menos personas dispuestas a renunciar a su trabajo.

La experiencia trabajando desde casa es valorada como muy buena por el 50% de los encuestados y como buena por el 38% restante. Solo el 10% la califica como neutral, y el 2% la considera pobre o muy pobre. A pesar de estos resultados, persisten las resistencias en algunas empresas. El 27% de los encuestados afirma que su empresa ha reducido significativamente el teletrabajo, y el 7% ha dejado de ofrecerlo. Luciano Strucchi, uno de los investigadores, señala que "algunas empresas no están alineadas con las preferencias de sus empleados". El 47% indica que la situación no ha cambiado, y el 15% menciona que se ha ampliado la posibilidad de trabajar desde casa. Respecto a la frecuencia, el 23% trabaja remotamente una vez por semana, el 29% lo hace dos veces, el 16% tres veces, el 8% cuatro veces, el 18% todos los días, y el 6% nunca.

Desde una perspectiva organizativa, el 71% de las empresas no cubre los costos del teletrabajo, lo que implica que no proporcionan recursos como WiFi, equipos, electricidad o mobiliario ergonómico para sus empleados. Es obligatorio que las empresas regulen el teletrabajo a distancia con una bonificación por los gastos asociados durante al menos el 30% de la jornada laboral. Por esta razón, muchas compañías limitan este tipo de trabajo justo por debajo de este umbral.

Además, el 83% de los encuestados cree que sus superiores respetan su derecho a no estar disponibles, y la misma proporción afirma que sus directivos confían en el teletrabajo. El 36% considera esta opción como un derecho, mientras que el 64% restante la ve como un beneficio opcional, y el 91% cree que esta modalidad se mantendrá en el futuro.

Según una encuesta de 40 dB realizada para EL PAÍS y Cadena SER, publicada en enero, solo el 9% de los empleados trabaja siempre desde casa, mientras que el 24% lo hace ocasionalmente. Este dato es similar a las estadísticas de Eurostat, que indican que en 2022 el 7,6% de la población activa española teletrabajó en general, cifra que se sitúa por debajo de la media europea (10%) y muy lejos de países más avanzados como Irlanda (25%) o Finlandia (23%). En total, alrededor de tres millones de personas en España teletrabajan.

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