(El Periódico, 02-06-2025) | Mercantil, civil y administrativo

La inflación en España continuó descendiendo en mayo, situándose en el 1,9% interanual, tres décimas por debajo de la cifra registrada en abril y alcanzando su nivel más bajo en los últimos siete meses, según los datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE). Este resultado, que coincide con las previsiones de los expertos, se da en un entorno marcado por algunas tensiones energéticas puntuales, como el apagón del pasado 28 de abril que provocó un repunte temporal en el precio de la electricidad. Sin embargo, ese aumento puntual no logró alterar la tendencia general de reducción de los costes energéticos que se ha consolidado durante los últimos meses.

La inflación subyacente -que excluye productos más volátiles como los alimentos frescos y la energía- también se moderó ligeramente, situándose en el 2,1%, tres décimas menos que en abril. Según fuentes del Gobierno, esta evolución se debe en gran parte al buen comportamiento del sector turístico y a la bajada de los precios de la electricidad.

El apagón de finales de abril obligó a utilizar más intensamente tecnologías fósiles, más costosas, para garantizar el suministro eléctrico, lo que encareció la factura de la luz en el mercado regulado en unos cuatro euros mensuales, según estimaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). A pesar de ello, la tendencia a la baja en el coste de la energía no se ha visto alterada, en parte gracias a un contexto internacional más favorable, con una reducción del precio del petróleo y una estabilización del gas natural tras las turbulencias provocadas por la guerra en Ucrania.

Paradójicamente, aunque el precio de la luz subió momentáneamente, el conjunto del componente energético ha seguido contribuyendo a la contención de la inflación. Esta dinámica ha sido clave para la bajada del índice general, según los analistas de BBVA Research. Por su parte, Raymond Torres, director de coyuntura en Funcas, señala que "los precios energéticos han bajado incluso más de lo esperado", y estima que la caída podría superar el 1% en términos mensuales. A su juicio, el efecto del apagón fue neutralizado por mejoras en otros ámbitos del sector energético, manteniéndose así su impacto bajo control.

Desde el Ministerio de Economía destacan que estos datos reflejan la solidez de la economía española, que ha logrado mantener un crecimiento robusto al tiempo que reduce progresivamente la inflación. "España sigue combinando una contención sostenida de los precios con uno de los mayores crecimientos entre las economías avanzadas, lo que resulta especialmente destacable en un entorno internacional marcado por la incertidumbre", han señalado.

A pesar del enfriamiento de la subyacente, esta sigue por encima del índice general, lo que se atribuye a la presión de los precios en el sector servicios. Este componente, muy vinculado a los costes laborales, refleja el impacto de los aumentos salariales acordados en convenios colectivos recientes. Torres explica que "los precios de los servicios siguen creciendo por encima del 3%, impulsados por la demanda turística y por las nuevas condiciones salariales pactadas". Esta inercia dificulta una bajada más rápida de la inflación subyacente, que es una referencia clave para evaluar la tendencia de los precios a largo plazo y medir la eficacia de la política monetaria.

El dato de mayo representa el tercer mes consecutivo de descensos en la inflación. Tras un inicio de año con niveles cercanos al 3%, el índice comenzó a moderarse en marzo hasta alcanzar el 1,9% actual, una cifra que incluso se sitúa por debajo del objetivo del Banco Central Europeo. El contraste con el mismo mes de 2024 es notable: entonces, la inflación alcanzó el 3,6% tras encadenar tres meses al alza, impulsada por el aumento del precio de los alimentos y los carburantes.

La situación actual es distinta. El componente energético ya no actúa como motor inflacionario y, aunque los servicios continúan presionando al alza, su impacto se ve contrarrestado por la estabilidad en otros bienes. Con los precios de los alimentos estabilizados tras los picos de 2022 y 2023 -el mes pasado la tasa bajó cuatro décimas hasta el 2%-, los analistas consideran que hay margen para que la inflación se mantenga dentro del objetivo del BCE. El principal reto continúa siendo la inflación subyacente, especialmente por el comportamiento del sector servicios, en un contexto en el que "conviven fuerzas contrapuestas", según resume Torres.

¿ESTAS BUSCANDO

ASESORÍA PERSONAL O EMPRESARIAL?

Realiza tu consulta online o ven a visitarnos