(El Periódico, 31-07-2025) | Mercantil, civil y administrativo

Durante el mes de julio, los precios han experimentado un nuevo incremento, impulsados por el aumento de la demanda turística, el encarecimiento de servicios típicos de la temporada estival y un efecto estadístico relacionado con la evolución de los precios energéticos en el mismo periodo del año anterior. Según el dato provisional publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este miércoles, el índice de precios de consumo (IPC) ha alcanzado una tasa interanual del 2,7%, lo que supone un aumento de cuatro décimas respecto a junio, cuando se registró un 2,3% y se rompió la tendencia descendente que se venía observando.

Este repunte, que deberá ser confirmado en las próximas semanas, está principalmente motivado por el aumento en el coste de determinados componentes energéticos, como la electricidad y los carburantes, aunque las causas detrás de cada uno son distintas.

En el caso de la electricidad, la subida actual se compara con unos precios excepcionalmente bajos de julio de 2024, cuando coincidieron una caída temporal del precio del gas y una demanda reducida. Este contraste provoca un efecto estadístico que incrementa artificialmente la variación interanual. Por otro lado, los carburantes, como ya ocurrió en junio, han vuelto a subir debido al aumento habitual de la movilidad durante el verano, lo que presiona sus precios al alza.

En cuanto a la inflación subyacente -que excluye los alimentos frescos y la energía por ser más volátiles-, se ha situado en el 2,3%, apenas una décima por encima del mes anterior, lo que indica cierta contención en la evolución del núcleo de precios. Estos datos reflejan nuevos desafíos para el proceso de desinflación iniciado hace dos años, en el camino hacia el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo.

Entre los factores de riesgo, el sector está dando prioridad a la estabilidad de la red, lo que repercute en los costes. Además, aunque en menor medida, las condiciones meteorológicas también están influyendo. Además, del encarecimiento de los alimentos no elaborados, achacándolo tanto a cuestiones climáticas como a problemas de alcance global.

A pesar del aumento de tres décimas en el IPC, el Ministerio de Economía asegura que la inflación sigue siendo compatible con el buen momento que atraviesa la economía española. Subrayan que el control de los precios, la creación récord de empleo y el aumento de los salarios están ayudando a que las familias recuperen gradualmente su poder adquisitivo.

Los datos disponibles respaldan esta visión. En el primer trimestre del año, los sueldos aumentaron un 3,8% respecto al mismo periodo del año anterior, superando claramente la tasa de inflación. Además, los convenios colectivos firmados hasta ahora recogen incrementos salariales superiores al 4% de media, lo que se sitúa por encima del pacto alcanzado entre sindicatos y empresarios para este año.

Al mismo tiempo, persisten presiones inflacionistas derivadas del fuerte consumo interno. El gasto de los hogares se ha consolidado como uno de los pilares del crecimiento económico en España, y muchas empresas están aprovechando este contexto para aplicar subidas de precios.

En el segundo trimestre de 2025, la economía española aceleró su ritmo y creció un 0,7% respecto al trimestre anterior -una décima más que en el primer trimestre-, mientras que en términos interanuales el avance fue del 2,8%, según el INE. Esta evolución positiva se debe, sobre todo, al dinamismo de la demanda interna, que aportó 0,9 puntos al crecimiento trimestral del PIB y 3,4 puntos a la tasa anual. En particular, el gasto de los hogares aumentó un 0,8% frente al trimestre anterior, lo que refleja la fortaleza del empleo y la mejora del poder adquisitivo. Según Torres, este comportamiento favorece el crecimiento económico, aunque también implica una presión adicional sobre los precios.

¿ESTAS BUSCANDO

ASESORÍA PERSONAL O EMPRESARIAL?

Realiza tu consulta online o ven a visitarnos