(Cinco Días, 11-12-2025) | Mercantil, civil y administrativo
El banco central de Estados Unidos ha aplicado una reducción de un cuarto de punto al coste del dinero, la tercera consecutiva en lo que va de año. Sin embargo, los inversores temen que este será el último ajuste, al menos hasta marzo de 2026. Las proyecciones de la Fed solo contemplan un recorte para el próximo año o, en el mejor de los casos, dos.
La Reserva Federal bajó los tipos de interés en 0,25 puntos, situando el rango oficial entre el 3,5% y el 3,75%. Es la tercera rebaja seguida en 2025 y supone el nivel más bajo desde finales de 2022. La medida, ampliamente anticipada por Wall Street, también evidenció la fuerte división interna del organismo, con tres votos en contra, el mayor desacuerdo registrado desde 2019. Las previsiones divulgadas este miércoles reflejan igualmente una clara falta de consenso. Por un margen reducido, predomina la opinión de los gobernadores que esperan cerrar 2026 con al menos un recorte adicional, y como máximo dos, lo que dejaría los tipos entre el 3% y el 3,25%.
Aun así, siete de los 19 miembros con derecho a voto creen que el ciclo de bajadas ya ha concluido, y tres incluso prevén que será necesario volver a subir los tipos en 2026. Estas proyecciones empeoran respecto a las de hace solo tres meses, cuando se daban por seguras dos rebajas durante ese año. Ahora, una de ellas está en entredicho. Además, el presidente de la Fed, Jerome Powell, endureció su mensaje al afirmar que "con los tipos actuales estamos en una buena posición para esperar y observar la evolución económica", sin ofrecer más detalles sobre el calendario previsto. Los mercados reaccionaron de forma positiva, en parte porque la decisión ya estaba asumida.
El Nasdaq rebotó tras una sesión marcada por las pérdidas y, después de las declaraciones de Powell, avanzó un 0,33%. El S&P 500 y el Dow Jones subieron un 0,67% y un 1,05%, respectivamente. Más allá del mensaje de la Fed, los inversores ya habían reducido esta semana sus expectativas de recortes profundos en 2026, especialmente después de que Kevin Hassett, favorito de Donald Trump para sustituir a Powell, declarara que no cedería ante presiones políticas para acelerar la relajación monetaria si llegara al cargo. "No hay espacio para esperar más de un recorte en 2026", señala Roger Aliaga-Díaz, economista jefe para América en Vanguard. En su opinión, el hecho de que la inflación siga por encima del 2% por quinto año consecutivo limita nuevas reducciones de tipos.
No es el único con esta visión. Tras la decisión del miércoles, los analistas de Goldman Sachs también consideran que, con suerte, podrían darse dos recortes adicionales de un cuarto de punto en 2026, pero ninguno antes de marzo. Coinciden en que la racha actual de tres bajadas consecutivas ha llegado a su fin. Cabe recordar que Powell continuará al frente de la Fed hasta mayo, por lo que dirigirá aún las próximas tres reuniones de política monetaria. Los analistas prevén que mantenga los tipos estables pese a las presiones de la Casa Blanca, tal como hizo durante la mayor parte del año, hasta que en septiembre se aplicó el primer recorte de 2025.
Con la decisión actual, la Fed busca ganar margen y proteger la economía ante un posible deterioro mayor, mientras espera también a que se actualicen los principales indicadores macroeconómicos. En sus dos reuniones previas, el organismo tuvo que actuar únicamente con el dato parcial de empleo, el único publicado durante el cierre prolongado del Gobierno federal en octubre por la falta de acuerdo presupuestario. La próxima semana será clave, con la publicación de nuevas cifras de empleo, el IPC de noviembre y el PIB del tercer trimestre. Por ahora, el mercado laboral es la principal preocupación de la Fed, con una tasa de paro del 4,4%, la más alta desde 2022.