(El Periódico, 02-09-2025) | Mercantil, civil y administrativo
Los últimos datos sobre ocupación hotelera en julio, difundidos la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran los primeros indicios de una desaceleración en el turismo. Las pernoctaciones aumentaron apenas un 1,8% en comparación con julio de 2024, con un notable retroceso en el mercado alemán, el tercero en importancia para España.
La evolución de las llegadas de visitantes en el segundo mes de la temporada alta confirma esta tendencia. Aunque en julio se alcanzó un nuevo récord histórico al superar los 11 millones de turistas internacionales, el crecimiento fue mínimo, con un alza de solo 1,6%. Destacan las caídas en dos de los principales países emisores: Alemania (-4,8%) y Francia (-3,1%), que en conjunto representan una quinta parte de las llegadas. También se ralentizó el flujo desde el Reino Unido, primer mercado emisor con un 21% de cuota, que apenas creció un 0,7%.
Entre enero y julio, España recibió 55,5 millones de turistas, un 4,1% más que en el mismo periodo de 2024. Sin embargo, este avance se sustenta sobre todo en los buenos resultados de enero y febrero, cuando las llegadas crecieron un 6,1% y 7,6%, respectivamente. En contraste, los últimos tres meses (mayo, junio y julio) apenas superaron el 2% de crecimiento.
Según Juan Molas, presidente de la Mesa del Turismo, el factor clave detrás de este enfriamiento en los grandes mercados ha sido la subida de precios en España, frente a la mayor competitividad de otros destinos del Mediterráneo y el Adriático, como Turquía, Túnez, Marruecos, Croacia, Montenegro o Albania. Turquía es el ejemplo más claro: a pesar de su inflación desbordada, sus precios más bajos han impulsado su posición en el turismo mundial, con 6,6 millones de visitantes, muy cerca de Rusia, que ocupa el primer lugar con 6,7 millones, y amenazando el liderazgo español.
En contraste, el gasto turístico mantuvo un fuerte impulso: en julio se situó en 16.452 millones de euros, un 6,1% más que el año anterior, superando ampliamente el crecimiento de las llegadas. El gasto medio por viajero alcanzó los 1.493 euros (+4,4%), mientras que el gasto diario subió a 210 euros (+6,9%). El Ministerio de Industria y Turismo destacó que los datos confirman la tendencia de un gasto creciente por parte de los visitantes internacionales, incluso en un contexto de menor afluencia.
Con estas cifras, se descarta la posibilidad de alcanzar por primera vez los 100 millones de turistas extranjeros en 2025. El estancamiento de junio y julio apunta a un cierre cercano a los 98 millones. No ocurre lo mismo con el gasto, que entre enero y julio subió un 7,2% hasta los 76.074 millones de euros, acercándose al objetivo del Gobierno de 138.000 millones en todo el año.
Por comunidades, Cataluña fue la más afectada por el parón del turismo internacional: en julio recibió 2,35 millones de viajeros, un 1,1% menos, y en Madrid el descenso fue del 3,4%. En el acumulado, Cataluña creció solo un 1,1%, aunque sigue siendo la región más visitada con 11,6 millones de turistas. El retroceso de Francia, junto con el enfriamiento del Reino Unido y Estados Unidos, ha sido determinante.
En las Islas Baleares, muy dependientes del mercado alemán, las llegadas aumentaron apenas un 0,9% en julio y un 3,1% en los siete primeros meses, con un total de 8,99 millones de visitantes, lo que permitió a Canarias superarla como segunda comunidad más turística, con 9,1 millones. La mejor evolución la registró Andalucía, que recibió 8,3 millones de turistas extranjeros entre enero y julio, un 7,9% más, consolidándose como cuarta región más visitada y recortando distancia con Baleares.